En las celebraciones, cuando se sale de fiesta y en muchas otras ocasiones es normal el consumo de bebidas alcohólicas. Con moderación esta actividad no representa ningún problema, excepto para un grupo de individuos que reaccionan muy mal al consumo de este tipo de bebidas, ¿Se te pone la cara roja al beber alcohol? ¡Te explicamos porqué!
¿Se te pone la cara roja al beber alcohol? ¡Te explicamos porqué!
Sales de fiesta y con sólo tomar una copa tu cara se vuelve roja, tienes náuseas, taquicardia y posiblemente un fuerte dolor de cabeza. Sabes que no has bebido en exceso pero todos estos síntomas parecen indicar lo contrario. No te preocupes, sufres un trastorno genético. Es molesto, pero en realidad carece de importancia objetiva, no afecta a tu salud en absoluto a no ser que abuses del alcohol. Es más, las personas que lo sufren están entre los grupos con menos índice de alcoholismo del mundo. Es posible que esta baja tasa sea el resultado de la mala experiencia que representa el consumo de alcohol para los que tienen esta alteración genética.
Esta alteración la sufren unos 500 millones de personas en el mundo, siendo los más afectados los asiáticos orientales -chinos, coreanos y japoneses- ya que un 36% de su población padece el trastorno.
Esta particularidad genética produce una alteración en el proceso de metabolización del alcohol. Ésta metabolización ocurre primero en el estómago, y esta fase inicial la produce una enzima denominada «Alcohol Deshidrogenasa» que por medio de la oxidación convierte el alcohol en acetaldehído. El acetaldehído, que es tóxico para el organismo pasa al hígado en el que otra enzima que se llama «Aldehído desidrogenasa» lo convertirá mediante un doble proceso en agua y en dióxido de carbono. Pues bien, en las personas con esta alteración, esta segunda enzima no funciona correctamente y no puede procesar las sustancias tóxicas. Este hecho provoca, entre otras cosas, que haya una dilatación de los vasos sanguíneos y por tanto la piel se ponga de color rojo. No sólo es la cara la afectada, sino todo el cuerpo. No hay que confundir este trastorno con la rosácea, que es un problema de piel facial crónico -unos capilares excesivamente reactivos-, que por su similitud física se ha atribuido al consumo de bebidas alcohólicas.
Lo mejor sería no beber alcohol, pero en todo caso los expertos aconsejan acompañar la bebida con alimentos sólidos y con otros líquidos no alcohólicos.
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