Una de las características más notables del ser humano es su continua búsqueda de excepciones a las reglas y constantes que a través de su inmensa curiosidad y del método científico ha ido detectando en el universo que nos rodea, y que por suerte nos sigue proporcionando sorpresas y misterios por indagar y resolver. Uno de estos misterios se encuentra en una región de México donde se paran los relojes y las radios dejan de funcionar.
La misteriosa zona de México en que se paran los relojes
La región de la que te vamos a hablar es un desierto a 2.000 metros sobre el nivel del mar, ubicado entre los estados de Durango, Coahuila y Chihuahua y que recibe el sugestivo nombre de Zona del Silencio. Se trata de una zona muy poco poblada, con algunos grupos de casas separadas por grandes distancias, donde las radios no funcionan o se escuchan con mucha interferencia, y donde se paran los relojes, sin que hasta ahora haya ninguna explicación científica convincente.
Esta falta de explicación y el hecho de que la zona sea atravesada por el paralelo 27 (que pasa también por el Triángulo de las Bermudas, las pirámides de Egipto y la cordillera del Himalaya), no han hecho más que alimentar el misterio y favorecer historias de extrañas apariciones y hasta de posible presencia de extraterrestres.
Aunque ya había otros antecedentes, la Zona del Silencio cobró fama en 1970, cuando en el desierto cayó parte del cohete Athenas, de la NASA. Los que participaron en la búsqueda informaron de retrasos para precisar la ubicación de los restos debido a que los equipos de radio, las brújulas, relojes y otros artefactos electrónicos habían enloquecido. Algo parecido sucedió en la década de los treinta, cuando un famoso piloto mexicano, Francisco Sarabia Tinoco, también tuvo problemas con la radio y con otros equipos que lo obligaron a hacer un aterrizaje de emergencia.
Aunque no hay presencia de hierro en el desierto, algunas piedras están imantadas, y la presencia de fósiles de peces y otros animales marinos indican que el desierto fue alguna vez parte del lecho marino, lo que constituye una curiosidad, pero no explica nada. Se dice que la NASA aprovechó la recuperación del Athenas para llevarse grandes cantidades de tierra, usando como pretexto que estaba contaminada, aunque se presume que fue para hacer estudios.
La Zona del Silencio se ha convertido en un punto de atracción para investigadores y curiosos de estos lugares excepcionales del planeta, donde algunas leyes de la naturaleza parecen conducirse de modo misterioso. ¿Conoces otras regiones así? Si no, te recomendamos que consultes el misterio de las líneas de Nazca.
Imágenes: Wikipedia, Cryptocône