Hay historias a las que por muy surrealistas que nos parecen les damos cierta veracidad por los protagonistas que las viven y nos las cuentan. El caso que os vamos a explicar en este artículo podría haber sido una historia cualquiera más de fantasmas, que puedes creerte o no, pero lo curioso de esta historia es que quienes la cuentan son presidentes de los Estados Unidos y altos cargos del gobierno.
El asesinato de Abraham Lincoln
Abraham Lincoln fue el decimosexto presidente de los Estados Unidos. Sin lugar a dudas fue uno de los líderes más carismáticos de América por su inquebrantable oposición al avance de la esclavitud. Pero al igual que su vida, su muerte también fue bastante sorprendente.
Días antes de su asesinato, Abraham Lincoln comentó con varias de sus personas más allegadas que estaba teniendo sueños en los que se veía muerto a si mismo. Según su amigo Ward Hill Lamon, estas fueron sus palabras:
«Aquel día me retiré a dormir muy tarde, había estado toda la noche esperando las noticias que llegaban desde el frente de la guerra. Me metí en la cama y me quedé dormido, no había podido pasar mucho tiempo cuando me despertaron unos sollozos. Estaba escuchando llorar a alguien, pero la habitación estaba vacía. Decidí encontrar el origen de aquel misterioso ruido, cada vez parecía que se escuchaban más personas llorando, pero por mucho que lo intentaba, no daba con el origen. Recorrí toda la Casa Blanca hasta que llegué a la Sala Este. Cuando entré en ella me llevé una horrible sorpresa, en medio de la sala había un altar con un cuerpo muerto encima y una multitud llorando a su alrededor. Exigí al soldado que tenía más cerca que me explicara quién había muerto en la Casa Blanca. «El Presidente» fue su respuesta «Ha sido asesinado». De pronto una fuerte ráfaga de dolor me despertó en mi cama, sabía que había sido un sueño, pero por algún motivo me encontraba muy incómodo.»
Por si esto no resultara suficientemente misterioso, su guardaespaldas personal también relato su última y extraña conversación con el presidente. El presidente le había contado su macabro sueño y por ello su guardaespaldas le recomendó no asistir al Teatro Ford aquella noche, donde iba a ver con su mujer para ver la obra «Our American Cousin». Lincoln le respondió que se lo había prometido a su esposa y debía ir, su guardaespaldas le pidió que por lo menos le dejara acompañarle como escolta de refuerzo, pero Lincoln se negó. Cuando Lincoln se fue para el Teatro se despidió de su guardaespaldas con un «Good Bye» (adiós), esta era la primera vez que se despedía de esta manera ya que Lincoln siempre le decía «Good Night» (Buenas noches). A su guardaespaldas le llamó la atención pero no le dio demasiada importancia en aquel momento, horas después quedó en estado de shock al ver en las noticias que lo habían asesinado.
Las sorprendentes apariciones de Abraham Lincoln
Muchos ocupantes de la Casa Blanca han asegurado que el fantasma de Lincoln merodea por los pasillos, algunos encuentros han sido realmente sorprendentes y espeluznantes, te proponemos una lista de los mejores:
- Eleanor, la mujer del presidente Roosevelt, nunca admitió ver al fantasma pero dijo que ella sintió su presencia en numerosas ocasiones, además cada vez que ella sentía dicha presencia, su perro se ponía a ladrar sin motivo hacia un punto vacío de la habitación.
- El presidente Truman y su hija Margaret también escucharon golpes en la puerta de la que había sido la habitación de Lincoln en varias ocasiones.
- El también presidente Roosevelt presenció junto a Maureen Reagan y su marido lo que ellos denominaron el espectro de Lincoln.
Y ahora los dos encuentros más escalofriantes:
- La reina Guillermina de Holanda, estaba de visita en la Casa Blanca cuando escuchó pasos fuera de su habitación, llamaron a la puerta y cuando la abrió se encontró de frente con el fantasma de Lincoln. Automáticamente se desmayó.
- El primer ministro británico Winston Churchill disfrutaba dándose un baño a altas horas de la noche con una copa de whisky y un cigarro, cuando vio la misteriosa figura de Lincoln de pie, en frente de la chimenea. Churchill se levantó desnudo de la bañera y con su siempre rápida lengua le dijo «Buenas noches presidente, parezco estar en desventaja». En ese momento Lincoln sonrió y desapareció.
Y para finalizar este artículo os vamos a contar un secreto, Lincoln no es el único fantasma que parece haber sido visto por la casa Blanca, hay unos cuantos más, pero eso ya os lo explicaremos en otro artículo. Esperamos que os haya gustado y que lo compartáis con vuestros amigos amantes de las historias de miedo.