Un hombre con un cerebro inusualmente pequeño se las arregla para vivir una vida completamente normal a pesar de su condición, que fue causada por una acumulación de líquido en el cráneo. El hombre perdió un 50-70% del cerebro pero parece que está perfectamente bien. Los científicos describen el caso de este paciente.
Científicos en shock: perdió un 50-70% del cerebro y está… bien
Las exploraciones del cerebro del hombre de 44 años de edad mostraron que una gran cámara llena de líquido ocupaba la mayor parte del hueco del cráneo, dejando poco más que una hoja delgada de tejido cerebral real.
«Es difícil explicar exactamente el porcentaje de reducción del cerebro, ya que no utilizamos un software para medir su volumen. Pero visualmente, este hombre perdió un 50-70%» asegura Lionel Feuillet, neurólogo de la Universidad del Mediterráneo en Marsella, Francia.
El sujeto es un hombre casado y padre de dos hijos, que trabaja como funcionario. El hombre fue al hospital después de sentir una leve debilidad en su pierna izquierda. Cuando los colegas de Feuillet tomaron su historial médico, se enteraron de que, cuando era un bebé, se le había practiicado una derivación ventriculoperitoneal para drenar la hidrocefalia (agua en el cerebro) que padecía.
Aunque la derivación se le retiró cuando tenía 14 años, los investigadores decidieron comprobar el estado de su cerebro mediante tomografía computarizada, una tecnología de escaneo, así como otro tipo de resonancia magnética (MRI). Al comprobar los resultados se sorprendieron ante el «agrandamiento masivo» de los ventrículos laterales, por lo general pequeñas cámaras que contienen el líquido cefalorraquídeo que protege al cerebro. por eso procedieron a operarle, tal y como te hemos contado.
Las pruebas de inteligencia mostraron que el hombre tenía un CI de 75, por debajo de la puntuación media de 100, que no se considera retraso mental o discapacidad. «El cerebro completo se redujo frontal, parietal, temporal y occipital, en ambos lados, izquierdo y derecho. Estas regiones contienen el control de movimiento, la sensibilidad, el lenguaje, la visión, la audición y las funciones emocionales y cognitivas.
Los resultados ponen de manifiesto que «el cerebro es muy plástico y puede adaptarse a un cierto daño cerebral que se presenta en el período prenatal y postnatal cuando se trata adecuadamente».
«Lo que me parece increíble es que, a día de hoy, es como si el cerebro pudiese hacer frente a algo que no debería ser compatible con la vida», comenta Max Muenke, un especialista en defectos cerebrales pediátricos del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano en Bethesda, Maryland, Estados Unidos.
Actualmente el sujeto lleva una vida normal, a pesar de su cerebro «recortado».
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