Existe una leyenda urbana con bastante tradición entre los amantes de las conspiraciones que dice haber encontrado una explicación a las semejanzas entre dos de los presidentes más míticos dentro de la historia de los Estados Unidos. Estamos hablando cómo no, de Abrahan Lincoln y John F. Kennedy.
El profeta Shawnee y su maldición
En primer lugar hemos de decir que en Supercurioso no nos posicionamos sobre veracidad o falsedad de este tipo de historias. Nos gusta exponer los hechos y que nuestros lectores sean libres de atribuir autenticidad si así lo consideran, en este caso a los poderes de un indio nativo, un indio llamado Tenskwatawa que en 1836, lanzó una terrible maldición a todos los presidentes de EEUU.
No podemos negar que para todo aficionado a la fascinante dimensión de las casualidades, el tema de los presidentes asesinados en la historia de Norteamérica constituye un auténtico misterio donde no hay por qué descartar ninguna información.
Pero empecemos desde el principio. ¿Qué llevo a este hombre a lanzar semejante maleficio ancestral? Todo vino a raíz de la batalla de Tippecanoe que enfrentó en 1811 a una confederación de pueblos tribales liderada por Tecumseh, hermano de Tenskwatawa, con el ejército de los EEUU comandado por William H. Harrison. Nada nuevo desde luego conociendo la clásica historia de batallas y conquista del ejército americano.
El enfrentamiento fue largo y costoso, tanto que se empezaron a fraguar leyendas sobre todo lo sucedido. Por el odio y la rabia de los indios hacia los yankees, y en especial por el desprecio de Tenskwatawa hacia los soldados americanos. Tanto fue así, que llegó a maldecir primero al propio William H. Harrison advirtiéndole de que perdería las elecciones una vez. Pero que en la segunda ocasión las ganaría, aunque la felicidad no le duraría demasiado porque moriría antes de finalizar el mandato.
¿Y qué ocurrió? Que lo profetizado por Tenskwataea se cumplió, por completo. Y aún más. A esa primera maldición le siguió una segunda, la conocida como «La maldición Tecumseh»: «Lo mismo les ocurriría a todos los presidentes de EE.UU. que fuesen escogidos en un año terminado en cero».
Para analizar si este supuesto maleficio a lo Stephen King se ha cumplido, debemos hacer una pequeña y funesta retrospectiva:
- El primero de ellos en morir fue el propio William H. Harrison, en 1841. Causa de la muerte, neumonía. Justo un año después de haber ganado las elecciones.
- En 1865, la mala suerte abrazó al apreciado Abraham Lincoln, que como ya sabes murió asesinado mientras estaba en su segundo mandato.
- En 1881, el presidente James Gardfield falleció también tras un año en la Casa Blanca.
- Estamos ahora en 1901, y es el turno de William McKinley. Muerto doce meses después de haber ganado las elecciones a la presidencia.
- Warren Harding ganó las elecciones en 1920 y murió de un ataque cardíaco en 1923.
- Y qué decir de John F. Kennedy… ganó las elecciones en un año cero y fue asesinado en 1963.
Como curiosidad te diremos que el caso de Ronald Reagan fue especial. Dice de nuevo la leyenda urbana que Nancy Reagan conocía la leyenda del Maleficio de Tecumseh, y que pagó a una serie de astrólogos para que dieran fin a la maldición. Reagan ganó las elecciones un 30 de marzo de 1981 y, un año después sufrió un atentado del que…. logró sobrevivir.
¿Terminó así pues la maldición, o volverá a reactivarse en el momento menos pensado?