La respuesta fisiológica a un rechazo es muy interesante. Tenemos una necesidad innata para la aceptación, al igual que necesitamos agua y comida para sobrevivir. De una manera un tanto diferente a cuando nos enfrentamos a una amenaza, un corazón herido activa nuestro sistema nervioso parasimpático. Este envía una señal a través del nervio vago de nuestro cerebro a nuestro corazón y el estómago. Los músculos de nuestro sistema digestivo se contraen haciendo que sintamos una especie de agujero en lo más profundo de nuestro estómago. Nuestras vías respiratorias se estrechan, lo que hace que sea más difícil respirar. El rítmico latido de nuestro corazón se ralentiza de manera tan notable que se siente, literalmente, como si nuestro corazón se estuviera rompiendo.
¿Puede el Tyenol ayudar a un corazón herido?
El estudio de la neurociencia puede enseñarnos mucho sobre las rupturas. No es casualidad, por ejemplo, que las emociones positivas se sientan tan satisfactorias; las hormonas se disparan cuando experimentas un amor feliz, y ayudan a regular tus latidos del corazón en un patrón «coherente». El latido fijo establece un ritmo para el resto de tu cuerpo y que todos los demás mecanismos homeostáticos lleven a cabo de forma sincronizada. Con el cuerpo en equilibrio, la vida parece mucho más fácil.
Por eso, un «corazón roto» es percibido por nuestro cuerpo como un dolor físico. El amor activa los mismos centros de recompensa neurológicos que la cocaína, y perderlo puede hacernos pasar como por un síndrome de abstinencia después de dejar las drogas o el alcohol de golpe. Experimentamos un rechazo emocional y las neuronas en nuestra corteza cingulada anterior inician el lanzamiento. Todo esto hace que creamos que la única manera de sentirnos mejor es experimentar el amor de nuevo, aquello que físicamente anhelamos.
Al igual que los adictos, no podemos pensar con claridad y discutir con nosotros sobre cada decisión no sirve de nada: «¿Debo llamar? No, pensará que estoy desesperado». A medida que el dolor avanza, nos sentimos rotos, física y emocionalmente. No eran imaginaciones tuyas, ¡es algo no sólo emocional!
Siendo así, la medicina moderna puede ofrecer un remedio demostrado para mejorar los efectos emocionales de angustia. En una investigación publicada en 2010, los científicos han encontrado que el acetaminofén (paracetamol) puede reducir las respuestas físicas y neuronales asociadas con el dolor del rechazo social, aunque también aquellas positivas, ya sea en las relaciones románticas, amistades o de otra manera. Un dato realmente sorprendente que desconocíamos. Como te comentábamos, el acetaminofén provoca que las reacciones emocionales sean menos intensas.
Aunque no nos engañemos, la angustia es como cualquier otro tipo de dolor. Se necesita tiempo para sanar.
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