La historia del cine cuenta con un buen número de películas del Oeste que tratan sobre el rapto de niños por parte de los indios norteamericanos. Las criaturas solían formar parte de caravanas de colonos que viajaban camino a una nueva tierra o vivían en pequeños ranchos aislados que eran atacados por los nativos. Los films se basaban en verdaderas historias, como la de Cynthia Ann Parker, una niña real, secuestrada por los comanches.
Cynthia Ann Parker, una niña real, secuestrada por los comanches
En 1833 Cynthia Ann Parker viajó con sus padres y 4 hermanos de Illinois al centro de Texas en busca de una nueva vida. El gobierno regalaba tierras a los colonos que se establecieran en esa zona y Silas Parker cargó a su familia y todos los enseres que pudo y se encaminó hacia allí. Viajaban también los abuelos y tíos de Cynthia. La primera parte del viaje fue en tren y en esta etapa falleció uno de los hermanos de la niña, James.
Llegaron a su destino y se establecieron en sus granjas. Conocedores del peligro que representaban sus vecinos indios hicieron tratados con ellos y vivieron en paz por un tiempo. El tío de Cynthia insistió en la construcción de un fuerte en el que refugiarse si eran atacados. En 1834 se levantó Fort Parker, en Mexia, Texas. En 1836, cuando Cynthia tenía unos 10 años, sospechando el futuro ataque de un grupo de comanches, kiowas y caddos, las familias se refugiaron en el fuerte que fue atacado al poco tiempo. Viendo que no tenían ninguna posibilidad de ganar, el tío de la chica simuló que quería pactar para ganar tiempo. La mayoría de las familias consiguieron escapar, pero los indios mataron a 5 hombres entre terribles torturas, entre ellos al padre, al abuelo y al tío de Cynthia. A ella, su hermano menor, un bebé y dos mujeres se los llevaron los indios.
Pasaron 6 años y todos los cautivos habían vuelto con su familia excepto la chica. Ella, por extraño que parezca, se negó a volver a su antigua vida. La razón es que se había integrado completamente en el pueblo Comanche. Al principio había vivido como una esclava sufriendo frecuentes abusos, pero luego fue adoptada por una pareja que la trató como a una hija. Tomó el nombre comanche de Naduah. Se casó con un jefe comanche llamado Nocona, que la amó y respetó y con el que tuvo tres hijos. Uno de ellos, Quannah, fue jefe del pueblo Comanche.
En 1860, el esposo de Cynthia, Nocona, llevó a cabo una incursión en la que robaron 300 caballos y violaron a varias mujeres. La caballería los persiguió y capturó o mató a la mayoría de los comanches, entre ellos al esposo de Cynthia. En el campamento detuvieron a una india que intentaba escapar con su hija, ¡menuda sorpresa debieron llevarse al comprobar que tenía los ojos azules! Sospechando que era la hija de Silas Parker que había sido raptada muchos años antes, fueron a buscar a la familia. La chica había olvidado prácticamente el idioma inglés, pero fue capaz de pronunciar su nombre. Al principio intentó huir varias veces de las casas de sus familiares y le costó muchos años volver a integrarse en la vida de los colonos. Había pasado 24 años con los comanches. En 1863 murió su hijo menor y en 1864 su hija. Entró en una profunda depresión que la condujo lentamente a la muerte en 1870.
Su hijo Quannah fue el último Gran Jefe de los comanches y un puente de unión entre los «indios» y los «blancos».
Si te ha interesado la historia de esta niña secuestrada por los comanches, quizá quieras leer la misteriosa desaparición de los niños Sodder.