Phinneas Taylor Barnum (1810-1891), P.T. Barnum, es uno de esos personajes de la cultura estadounidense que parecen producto de la imaginación de un escritor delirante, y no seres reales que dejaron su marca en la civilización actual.
Político, escritor, editor, empresario artístico –showman–, hombre de negocios y artífice de varios fraudes de dimensiones notables, la figura de P.T. Barnum ha llamado la atención de historiadores, escritores y cineastas; su vida ha sido llevada al cine en unas 7 ocasiones, y hasta sirvió de base para un musical de Broadway que lleva su nombre.
En este artículo abordaremos uno de los aspectos de su vida más significativos, el del extraño y desmesurado Museo Americano de P.T. Barnum.
El extraño Museo de P.T. Barnum, cuyo incendio hirvió a dos ballenas vivas
En 1841 P.T. Barnum compró el Museo Americano de Scudder, que quedaba en Broadway y Ann Street (actualmente parte del sector financiero de Manhattan), y lo convirtió en el Circo Americano de Barnum, una mezcla de museo convencional, museo de cera, zoológico, circo y teatro que llegó a convertirse en una de las principales atracciones de Nueva York.
El museo tenía una luz de faro que recorría la calle principal de Broadway, un jardín en la terraza, desde donde se organizaban paseos en globo, y muchas banderas en la fachada principal. Tenía atracciones que iban desde animales verdaderos, como monos, serpientes, canguros e hipopótamos, hasta otras francamente falsas, como el esqueleto de una sirena supuestamente encontrado en Fidji (océano Pacífico), o un grupo de pulgas amaestradas.
La vertiente circense del museo incluía espectáculos con enanos, albinos, gigantes, gemelos siameses y mujeres barbudas, entre otros “fenómenos” (los llamados freaks, tan del mal gusto de la época), que también incluía nativos americanos, magos y malabaristas.
En los años siguientes P.T. Barnum, además de sus otras actividades, continuó ampliando el museo, que llegó a recibir 15.000 visitantes diarios, y hasta construyó el primer acuario de Estados Unidos, que incluso albergó a un par de ballenas.
El éxito del Museo Americano de Barnum se vio interrumpido el 13 de julio de 1865 poco después del mediodía, cuando se desató un incendio del cual todavía se desconoce el origen y que, a pesar de la intervención de los bomberos, destruyó todas las instalaciones y significó la muerte de casi todos los animales, entre ellos las dos ballenas, que prácticamente fueron hervidas en el tanque del acuario.
P.T. Barnum intentó reabrir el Museo Americano, pero un nuevo incendio en 1868 lo hizo desistir y dedicarse a otros proyectos. Después del primer incendio hubo rumores de que un león africano había logrado escapar y estaba acechando presas humanas en Manhattan, pero aparentemente no era verdad.
Si estás interesado en visitar el Museo Americano de P.T. Barnum, todavía puedes hacerlo, virtualmente hablando, a través de una página web diseñada por historiadores de la Universidad de la Ciudad de Nueva York: http://lostmuseum.cuny.edu/
Y seguro que querrás consultar otros interesantes artículos, como el de los zoos humanos, o la triste historia de dos siamesas «encadenadas» por la espalda, y también sobre el hombre león, Stephan Bibrowsky.