Es posible que al leer el título de este artículo hayas pensado que vamos a hablarte de una película o una novela de terror. En absoluto. Hoy te hablaremos de las curiosas lunas de Marte, ese planeta rojo misterioso y lleno de leyendas a quien los griegos ya temían. De ahí que bautizaran a sus dos lunas con los simbólicos nombres de Fobos (miedo) y Deimos (terror).
Curiosidades sobre las lunas del planeta rojo
Cuando los griegos alzaban sus rostros a la inmensidad de la noche e identificaban a ese planeta hermano de considerable tamaño, sentían un pequeño escalofrío. Era rojo desde la lejanía, como si estuviese suspendido en una bola de fuego. De ahí que lo asociaran al dios de la guerra y lo bautizaran con el nombre de Ares (los romanos lo llamarían Marte).
Lo curioso de todo esto es que en dicha época los griegos aún no disponían de utensilios lo bastante potentes como para descubrir que dicho planeta, disponía de dos satélites orbitando a su alrededor. Sin embargo, la leyenda de Ares nos contaba que dicho dios iba siempre acompañado por sus dos únicos hijos: Fobos y Deimos.
Fue unos siglos después cuando Johannes Keppler dedujo que Marte disponía de dos lunas, y lo hizo mediante una curiosa deducción basada en lo que él llamaba “La armonía del universo”. A saber: Si Venus no tiene lunas, la Tierra tiene una. Si Galileo dijo que Júpiter tiene cuatro lunas, siguiendo dicha lógica basada en el 0,1,2,3,4, Marte debía disponer de dos lunas.
Y acertó de pura casualidad, porque más tarde supimos que por ejemplo Júpiter dispone ni más ni menos que de 76 lunas. Fue en 1877 y gracias a Asaph Hall, cuando efectivamente se pudo demostrar la existencia de estos dos satélites de Marte. Keppler no se equivocó. Y para entonces, ya hacía tiempo que se les conocía como Miedo y Terror.
A pesar de disponer de tan impactantes nombres, en verdad estas lunas son tan pequeñas como inofensivas. Desde lejos, Fobos (miedo), parece una patata. Dispone de unas dimensiones muy irregulares: 27x22x18km. Mientras que Deimos (terror), tiene unos 11x12x11 km de diámetro. Pero eso sí, se mueven muy-muy rápido. Fobos, por ejemplo, da una vuelta cada siete horas y media alrededor de Marte.
Puede que llegados a este punto les hayas tomado cierto cariño a Deimos y a Fobos. Pues bien, hemos de darte una mala noticia que los astrofísicos dan por cierta casi al 80%. Calculando la trayectoria de sus órbitas y su proyección, todo indica que los queridos hijos del dios Marte acabarán por independizarse de su padre o, peor aún, desaparecer presas del desastre. Al más puro estilo de una tragedia griega.
El destino de Fobos, es muy negativo: cada siglo avanza nueve metros hasta Marte. Con lo cual se deduce que dentro de unos 30 millones de años acabará colisionando contra el planeta alrededor del que orbita.
Mientras, su hermano Deimos se está alejando cada vez más, hasta que llegue un día en que, simplemente abandone la órbita hacia el espacio profundo. Perdido en la lejanía interespacial. Así pues, todo parece indicar que el dios Marte se quedará algún –lejano- día, sin sus hijos. Una tragedia cósmica que aún está por cumplirse, pero que sin lugar a dudas, ocurrirá según el oráculo de nuestros sabios astrofísicos…