La Segunda Guerra Mundial, uno de los eventos más devastadores y sangrientos de la historia de la Humanidad, donde se utilizaron desde bayonetas hasta armas nucleares –es el único conflicto donde efectivamente se usaron estas armas, dos veces–, no sólo se libró en la tierra, el aire y en los mares sino también en las mentes de los combatientes, como sugieren los sugerentes tickets de rendición japoneses, usados en el frente del Pacífico por los nipones para disuadir a sus contrincantes estadounidenses y australianos.
Los sugerentes y retorcidos tickets de rendición de la II Guerra Mundial
El 7 de agosto de 1942 se inició una de las refriegas más largas y sangrientas de la guerra del Pacífico: la Batalla de Guadalcanal. Durante poco más de seis meses, japoneses y norteamericanos se enfrentaron de todas las maneras posibles por el control de la isla, hasta que finalmente lo que quedaba de tropas niponas se retiró el 8 de febrero de 1943. Una de las maneras más curiosas en que se libró este combate fue a través de las llamadas “operaciones psicológicas” (opsic), cuya intención era desmoralizar al enemigo.
En el transcurso de la guerra, los japoneses usaron medios como la radio –la famosa Rosa de Tokio– y literalmente bombardearon a australianos, ingleses y estadounidenses con material destinado a minar su confianza, sobre todo en el aspecto sexual. Han sobrevivido testimonios gráficos destinados a las tropas australianas que luchaban en Nueva Guinea en las que les decían, e ilustraban explícitamente, que mientras ellos arriesgaban sus vidas en mares y selvas, las tropas norteamericanas fornicaban con sus mujeres en casa. Les preguntaban qué hacían peleando una guerra de los estadounidenses y finalmente les ofrecían la oportunidad de rendirse a través de un “ticket para volver con tu esposa e hijo”. La imagen ilustraba a un soldado levantando en brazos a un bebé junto a su esposa, y al lado estaban las instrucciones para rendirse:
“ESTE TICKET TE SALVARÁ LA VIDA. 1) Acércate a nuestras líneas con una bandera blanca; 2) Lleva tu arma colgando de tu hombro izquierdo y apuntando hacia abajo; 3) enseña este ticket; 4) Con este ticket puede rendirse más de una persona. CUARTEL GENERAL DE LA ARMADA JAPONESA”.
El ticket además decía en japonés que por ningún motivo había que disparar al portador del ticket de rendición.
En el caso de los norteamericanos, la alusión no era a la familia sino a una hermosa mujer desnuda. Algo como, “qué haces metido en esta selva infecta, arriesgando tu vida, cuando podrías estar en casa teniendo sexo con una mujer así”. Y seguían las mismas instrucciones que para los australianos.
Es muy improbable que estos ticket hayan convencido a alguien de rendirse, pero sí es seguro que más de un soldado estadounidense lo conservó, por razones más bien ajenas al conflicto, y para matar la soledad.
Guadalcanal es posiblemente una de las batallas libradas por tierra, mar y aire más importante de todos los tiempos, pero no hay que olvidar que fue una lucha que se libró también en las trincheras de los temores y deseos de cada uno de los participantes, como atestiguan los sugerentes y retorcidos tickets de rendición japoneses.
¿Sabes de otras guerras en las que se utilizaron estos mismos métodos, de propaganda falsa para socavar la moral del enemigo? Y para que te des una idea de las cosas que se pueden hacer, fíjate en el pueblo fantasma de Corea del Norte.