En todos los países del mundo hay cientos de cadáveres que nunca han sido identificados. En todos los países del mundo hay cientos de personas buscando a sus familiares que desaparecieron y nunca más volvieron a saber nada de ellos. Alguien quiso poner remedio a esta lamentable situación y creó la red Doe, un proyecto para identificar cadáveres sin nombre.
La red Doe, un proyecto para identificar cadáveres sin nombre
Los nombres de John Doe, Jane Doe o Baby Doe, se utilizan en EE.UU. para designar en el ámbito policial a los cadáveres y restos humanos hallados que no pueden ser identificados o a las personas hospitalizadas que no pueden confirmar su identidad. El apelativo John Doe se empezó a utilizar en Inglaterra en el siglo XIV como nombre ficticio en temas legales.
El creador de la red Doe se llama Todd Matthews y todo empezó en su adolescencia. Cuando tenía 17 años se enteró de que el padre de su novia había encontrado el cadáver de una chica en el bosque, envuelto en una tienda de campaña. Nadie había podido identificarla y pasó a ser una «Jane Doe» o como se la conocía en la zona, «la chica de la tienda de campaña». Todd se preocupó pensando en la familia de la joven y decidió averiguar quien era. De esta manera supo que sólo en EE.UU. existen más de 40.000 casos de personas sin identificar. Tras 11 años de investigación y ayudado por Internet, contactó con una mujer que llevaba años buscando a su hermana. Todo coincidía: físico, edad aproximada, zona de la posible desaparición… Matthews y la hermana presentaron la información a la policía y tras las pertinentes pruebas de ADN se confirmó que era Barbara Ann Taylor Hackman. No se resolvió el caso de asesinato, pero la familia de la chica puedo enterrarla con los suyos y saber por fin que había ocurrido.
Todd Matthews pensó que esto no podía acabar allí, que había mucha gente sufriendo sin saber que había ocurrido con sus familiares y puso en marcha la red Doe. Suelen activarse cuando la policía ha dejado de trabajar en los casos ya que ha pasado demasiado tiempo. Intentan ver coincidencias entre desparecidos y difuntos que no han sido identificados. En la red, el trabajo es voluntario y las familias pueden pedir ayuda para encontrar a sus seres queridos. Se crean archivos con los datos de los desaparecidos por un lado, y por otro se introducen las características físicas de los cadáveres hallados sin identificar y se buscan coincidencias. Matthews creó paralelamente un grupo de trabajo con artistas forenses llamado Proyecto Eden que realizan de forma voluntaria retratos robots y reproducciones en arcilla de los restos encontrados.
La red Doe ha resuelto más de 70 casos y trabaja en 3 continentes, aunque no se ha librado de las críticas ya que algunos opinan que vulnera la intimidad de las personas que pueden haber desaparecido voluntariamente. Si quieres ver su Web, aquí tienes un enlace.
¿Qué te parece la iniciativa? ¿Crees que es la policía la que debe encargarse de estos casos? Si te ha interesado este artículo, quizá quieras leer el post: 3 asesinatos que NADIE ha resuelto. ¿Alguna teoría?