La leyenda de una legión romana perdida en Asia en el siglo I a.C. y que terminó fundando una ciudad en China, Li Jien, de la cual habría descendientes actuales, cobró fuerzas de nuevo en 2010, cuando en periódicos y medios de divulgación científica se difundió un estudio de ADN realizado entre los pobladores de esta ciudad.
¿Son los habitantes de Li Jien descendientes de legionarios romanos? He aquí algunas respuestas a estas preguntas.
Li Jien, el pueblo de China ¿descendientes de una legión romana?
En 2010 el Daily Mail de Inglaterra publicó un artículo con el siguiente titular: “Una prueba de ADN realizada en aldeanos chinos de ojos verdes indicaría que podrían ser descendientes de una legión romana perdida”. De modo resumido: la noticia indicaba que por años los habitantes de Li Jien, en el noroeste de China, se habían creído descendientes de una legión romana que se habría asentado en estas regiones hace 2.100 años, aproximadamente; y que una prueba de ADN realizada entre los pobladores confirmó que al menos dos terceras partes de los pobladores serían de origen caucásico, por lo que bien podrían ser descendientes de 145 legionarios sobrevivientes del ejército del general romano Marco Craso, masacrado por los partos en el 53 a.C.
Esta historia de una aldea romana en China adquirió cierta solidez en 1957, cuando el arqueólogo inglés de la Universidad de Oxford, Homer Dubbs, creyó encontrar en algunos manuscritos chinos del 60 a.C., registros de un grupo de soldados que actuaban como las legiones romanas. A este dato y los rasgos caucásicos de los pobladores habría que agregar la presencia de ruinas de una antigua ciudadela cerca de Li Jien, y el origen mismo del nombre de la población.
Li Jien se encontraba en la Ruta de la Seda, por donde Oriente y Occidente intercambiaban productos; una ruta de mercaderes que comenzaba en China y desembocaba en Alejandría, cuyo nombre en chino era Li Chi En, y por extensión todo el imperio romano era conocido en China por este nombre: Li Chi En, o también, Li Jien. De este modo, este asentamiento se llamaría así por haber estado conformado inicialmente por legionarios romanos.
La historia vendría a ser así: en el 53 Roma perdió en una batalla contra los partos 20.000 legionarios. Es posible que un grupo de sobrevivientes hayan sido usados por los partos como mercenarios en sus luchas contra el imperio chino, y que éstos posteriormente hayan pasado a formar parte del imperio.
Pero no todos los historiadores están de acuerdo con esta versión de la historia. Algunos consideran que la historia de Li Jien es anterior a la batalla que habría dado origen a la supuesta legión perdida de Craso, y el nombre de la ciudad podría traducirse también como “Territorio de caballos negros”, y no como Alejandría o Roma. Y en efecto, la región donde se encuentra la ciudad era conocida por sus caballos de raza tarpán, descendientes de los caballos salvajes de las estepas.
Sobre el origen caucásico de los pobladores de Li Jien, hay consenso entre los historiadores de que en esta región de Asia hubo intensos movimientos migratorios que incluyeron distintos grupos étnicos con rasgos caucásicos. Varios de estos grupos que se movían en las fronteras del “imperio celestial” terminaron por ser asimilados por la cultura china.
La única manera de probar el origen romano de los pobladores de Li Jien sería confirmando a través de pruebas genéticas la presencia de ancestros caucásicos del sur de Europa, que serían diferentes a los pueblos caucásicos de Asia central. Algo que todavía no se ha hecho.
Entretanto, sin esperar por estas pruebas, los habitantes de Li Jien una vez al año visten como legionarios romanos y celebran la multiculturalidad de Asia, y su conexión con la antigua Europa.
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