Los lectores de Harry Potter sabemos cuales son los «patronus» de la mayoría de sus personajes. El de Harry es un ciervo, el de Hermione una nutria, el de Ron un perro Jack Russell Terrier, el de Dumbledore un fenix y el de Snape una cierva como lo era el de Lily Potter. Pero ¿de dónde extrajo la idea del patronus la creadora de la saga, J.K. Rowling? Todo lo que debes saber sobre los Patronus.
Todo lo que debes saber sobre los Patronus
En el último libro de Harry Potter, «Harry Potter y el legado maldito», en la página 137, Herminone nos define lo que es un patronus:
«Un pn don de luz. Si ha
ATRONUS ES UN ENCANTAMIENTO MÁGICO, UNA PROYECCIÓN DE TODOS VUESTROS SENTIMIENTOS MÁS POSITIVOS, Y TOMA LA FORMA DEL ANIMAL CON EL QUE TENÉIS MAYOR AFINIDAD. ES Uces aparecer un patronus, puedes protegerte contra todos los males del mundo.»
El encantamiento para convocarlos es ¡Expecto Patronum!, «¡Espero a un protector!». Pero, ¿de dónde surgió la idea de esta figura defensora y protectora llamada «patronus»?
J.K. Rowling estudió una doble titulación en la Universidad de Exeter, filología francesa y clásica. Esta formación le permitió tener unos profundos conocimientos de la cultura griega y romana. La figura del «patrón» o «patronus» está extraída de la compleja sociedad romana.
El patrón era una figura protectora y al protegido se le llamaba «cliens» es decir, cliente. Podía establecerse la relación entre un individuo de rango superior que protegía a otros de rango inferior, entre un liberto y su anterior amo, entre un maestro y sus antiguos alumnos, entre los soldados y su general, entre una colonia romana y su fundador o entre un territorio conquistado y su conquistador. Este tipo de relación fue establecida por Rómulo para evitar roces entre los ciudadanos de diferentes clases socioeconómicas.
Normalmente el cliente solía ser una persona extranjera, de origen humilde o que por diversos motivos, aunque fuera de la misma clase social, había quedado empobrecida. Entonces solicitaba la protección de un patronus, de un romano que fuera poderosos. El patrón o patronus y el cliens o cliente estaban obligados a mantener una relación de confianza y lealtad mutuas. Se consideraba un vínculo de carácter religioso por lo que el patrón que lo incumplía era declarado «maldito» y quedaba expuesto a la cólera de los dioses. A cambio de sus servicios y normalmente de su voto, el patronus le proporcionaba ayuda económica, protección y se convertía en su benefactor.
De este mismo origen deriva el significado de la palabra patrón en español. En el diccionario podemos ver que quiere decir «protector» o «defensor». Por eso cuando los protagonistas de la saga invocan la figura del «patronus» diciendo «expecto patronum», están convocando a un defensor o protector.
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