La religión es uno de los asuntos que con más fuerza ha condicionado la historia y las acciones de los hombres. Basta con recordar las estrictas reglas del Islam o la masificación mundial de las Iglesias del Cristianismo. Y es justamente en los personajes en los que encontramos el eje central del mayor caudal del fe. Seas o no católico, seguro estarás familiarizado con imágenes que se han hecho universales, como la de la crucifixión del hijo de Dios. Hoy en Supercurioso hemos decidido hacer un viaje virtual a la ciudad vieja de Jerusalén, para llegar hasta el sepulcro de Jesús. Ese lugar que es el epicentro de innumerables peregrinaciones cristianas, ha sido abierto después de varios siglos. Sigue leyendo y descubre lo que encontraron los investigadores en la tumba de Jesús.
Llegando a la la verdadera tumba de Jesús
En el espacio donde hoy está el epicentro del más sagrado lugar cristiano, hubo antes una cueva, o puede que una oquedad en la roca. La primera tumba de Jesús fue excavada en la roca maciza. Allí se depositó el lastimado cuerpo del profeta del Cristianismo. Según señalan los documentos legados por el Obispo Eusebio de Cesarea, considerado el padre de la historia de la Iglesia, la tumba fue tapada con piedras y tierra, y en el transcurso del mandato de Adriano, el lugar sagrado fue paganizado con la construcción de un templo.
Pero en la era de Constantino, notorio defensor del cristianismo, se ordenó la demolición de aquel templo pagano y en su lugar se construyó una basílica. Es la que hoy sobrevive, aunque ha sido víctima de numerosas modificaciones y daños con el paso de los siglos. Para los peregrinos que visitan este lugar sagrado, la Iglesia del Santo Sepulcro reúne dos lugares fundamentales: el espacio donde Cristo fue supuestamente crucificado, y la tumba de Jesús, vacía, en función de su resurrección.
Son seis las órdenes cristianas que se dan a la tarea de custodiar el sepulcro de Jesús: la Iglesia Ortodoxa Griega, la Iglesia Católica Romana, la Iglesia Apostólica Armenia y, en menor grado, la Iglesia Ortodoxa Siria de Antioquía, la Iglesia Ortodoxa Copta y la Iglesia Ortodoxa Etíope. Todas las corrientes coinciden en que, en efecto, aquel es el auténtico lugar de la tumba de Jesús.
¡La tumba de Jesús ha sido abierta!
El lugar donde se emplaza la losa de enterramiento en la que muchos cristianos creen que alguna vez estuvo el cuerpo de Jesucristo ha sido abierto por científicos, por primera vez en siglos. La superficie original fue expuesta durante el trabajo de restauración que se realizó en los años 2016 y 2017 en la Iglesia del Santo Sepulcro en la Ciudad Vieja de Jerusalén. En efecto, la comunidad científica se dispuso a realizar una serie de reformas y mantenimiento en el sepulcro de Jesús. Al tratarse del lugar más sagrado para los cristianos, la incursión en el espacio está cargada de un simbolismo muy especial.
Fredrik Hiebert, arqueólogo de la National Geographic Society fue una de las personas que estuvo a cargo del proyecto de abrir la tumba de Jesús. Al respecto comentó que, luego de retirar la cubierta de mármol del sepulcro, se habían encontrado con cantidades sorprendentes de material de relleno debajo de ella. Este hallazgo requirió de un largo análisis científico, pero han sido capaces de ver la superficie original de la roca sobre la cual, según la tradición, posaron el cuerpo de Cristo, una vez estuvo muerto.
La losa de enterramiento estaba encerrada en una estructura conocida como edículo; una palabra derivada del término latín aedicule que significa «casita», y que consta de lámparas de aceite colgantes, columnas y candelabros de gran tamaño, donde según la tradición cristiana, el cuerpo de Jesús fue ungido, envuelto en tela y enterrado antes de su resurrección. Es justo este el espacio que fue reconstruido en el año de 1810, luego de un fuerte incendio, y que ahora es sometido a nuevas remodelaciones. Se encuentra a unos cientos de metros del sitio de la crucifixión de Jesús. Fueron los científicos de la Universidad Técnica Nacional de Atenas, quienes se encargaron de las principales remodelaciones en el espacio.
Las remodelaciones históricas del sepulcro de Jesús
La iglesia donde reposa la tumba de Jesús es una de las más antiguas del mundo. Los historiadores estiman que su construcción data del año 326 d.C. Sin embargo, de su apariencia original queda muy poco. En el siglo XII, los cruzados realizaron una restauración que dio al Santo Sepulcro su apariencia actual. Sería éste el primer gran cambio en la estructura. El incendio ocurrido en 1810 y que generó graves daños, obligó a nuevas remodelaciones en el sepulcro de Jesús.
Después de esta macro remodelación, la iglesia ha sufrido daños en diferentes épocas. En 1927 un terremoto afectó la estructura. Ello originó que las autoridades británicas se vieran obligadas a apuntalar el edificio en 1947 con unas vigas exteriores sumamente antiestéticas, que permanecen hasta el día de hoy. Las discrepancias entre los diversos representantes de la Iglesia y la falta de recursos financieros han obstaculizado su reparación. La integridad estructural de principios del siglo XIX del edículo ha sido por lo tanto, una preocupación durante décadas. En las remodelaciones más recientes en la tumba de Jesús, no se hicieron cambios en la estructura actual.
Entrando en la tumba
Como te decíamos, el lecho donde reposó Jesús ha estado cubierto por un grueso recubrimiento de mármol desde hace más de 500 años. ¿Por qué? Para evitar, como no, que quienes lo visitaran -incluidos los peregrinos- se llevaran trocitos de la roca original a sus casas. No podemos imaginar la emoción del equipo de conservación de la Universidad Técnicas de Atenas al retirar completamente el recubrimiento de mármol, tras más de 50 horas de trabajo incansable, y ver otra losa de mármol, esta vez con una cruz grabada. ¡Estaban llegando a la tumba de Jesús original!
Cuando la alcanzaron, pudieron comprobar con sus propios ojos que el lecho funerario estaba perfectamente intacto. Para terminar de hacer el hallazgo más emocionante, los investigadores también pudieron verificar que las paredes que rodean el sepulcro de Jesús son las de la cueva de piedra caliza original. Si bien no existen pruebas científicas determinantes sobre el hecho de que en efecto ése haya sido el sepulcro de Jesús de Nazaret, la historia ha dejado pistas que parece que se equivocan. Específicamente durante la época del emperador Constantino, fueron hechas numerosas referencias que apuntan a este lugar como la tumba de Jesús.
Y tu, ¿Te imaginas cuán emocionante sería estar en un lugar con tanto poder histórico y también espiritual? Sin duda que ha de haber sido una experiencia alucinante. Si te ha gustado este tema no te puedes perder nuestro artículo sobre 6 pruebas de la existencia de Jesucristo revisadas.