Hay personas con un talento nato para llevar el flujo de las conversaciones con tanta naturalidad, que a los menos conversadores les llama la atención lo locuaces que son. Aún más cuando, en ciertas circunstancias en las que sostener la interacción con alguien es primordial para causar un buen impacto, se presenta un bloqueo incómodo que condena el diálogo a su fin.
Pero, ¿cómo evitarlo? ¿Cuál es el secreto para ser un buen conversador? Te enseñamos algunas claves para mejorar en la práctica y dejar atrás esas conversaciones cortas.
¿Cómo ser un buen conversador?
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Presta atención a lo que dice tu interlocutor
La razón, además de evidenciar tus buenos modales, es que si escuchas con atención lo que el otro tiene que decir, podrás opinar o tener más de qué conversar a partir de lo que cuenta tu interlocutor. Si no eres un buen conversador, además te vendrá bien dejar que la otra persona converse cuanto quiera, sin interrumpir, pues -un dato que quizá ya conoces-: a la gente le encanta hablar sobre sí mismos.
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¿No sabes de lo que te están hablando? ¡Deja que te enseñen!
Seamos sinceros, cuando conversamos con otros, a veces sentimos vergüenza de admitir que no entendemos o no sabemos sobre un tema concreto. Si este fuera el caso, en lugar de afirmar dominar el tema, deja que te enseñen, pregunta, así habrá más para discutir y tal vez aprendas algo interesante.
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Aprende de un buen conversador
Seguramente en tu círculo social o entre tus familiares hay muy buenos conversadores; la televisión expone a muchos de ellos también, entonces ¿qué tal si los observas y escuchas con detenimiento para entender cómo lo hacen?
Fíjate en qué preguntas realizan, cómo reaccionan las otras personas ante ellas, cómo manejan las pausas o silencios, cómo gesticulan…a través de este análisis podrás adoptar algunos trucos para hacer que las conversaciones fluyan como lo esperas.
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Lee sobre lo que te gusta y sobre lo que no, también
Leer noticias, libros o artículos sobre temas que puede que te interesen y otros que tal vez no tanto, pueden servir de auxilio para evitar los temidos silencios incómodos. ¿Cómo? Es fácil anticipar cuándo se avecinan, así que si los ves venir, decir algo como: ¿sabes lo que le ocurrió a tal persona en tal país?, servirá de mucho para mantener la conversación viva.
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Pregunta: ¿en qué andas ocupado estos días?
Volviendo a la idea de que a las personas les gusta hablar sobre sí mismas, esta opción de seguro alentará a la conversación a seguir por unos minutos más. Lo más interesante de esta simple pregunta es que le permitirá a tu interlocutor elegir el foco del asunto, ya sea hablando sobre su trabajo, estudios u otros tópicos sobre su vida.
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Halaga un poco a tu interlocutor
No hablamos precisamente del tipo de halago que harías para ligar, no, sino más bien del tipo: sabes muchísimo sobre este tema, ¿dónde lo aprendiste? Reconocer qué hay de bueno en el otro, mantendrá a esa persona entusiasmada en la conversación y quedará muy a gusto cuando se dé por finalizada.
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Sé honesto
Cuando nos referimos a ser honestos, hablamos específicamente de esa sensación liberadora de decir: ¿sabes qué? No me gustan las conversaciones cortas, ¿qué tal si me cuentas algo tan serio como cuáles son tus mayores miedos? No subestimes el poder de esta confesión, grandes temas pueden surgir a partir de esto, con los que pudieran trascender a un nivel de confianza e intimidad que se traduciría en un buen encuentro.
Como habrás notado, para ser un buen conversador también debes ser muy buen oyente. Esta cualidad puede que sea natural en unos, pero todos podemos llegar a dominarla mediante la práctica. Si te ha gustado el artículo te recomendamos leer: Redes Sociales: ¿Te están cambiando?