Tras una ruptura todos cambiamos. Ya no seremos nunca los mismos de antes. No importa que haya sido una separación dolorosa o si fue algo que ya intuíamos desde hace tiempo. Toda experiencia, positiva o negativa, nos aporta un aprendizaje que nos transforma y enriquece al mismo tiempo.
Cambiar tras una ruptura. Así te modifica esta experiencia
Eres consciente de cuándo parar
Muchas parejas intentan por activa y por pasiva mantener a flote una relación que ya no se sostiene con nada. A pesar de esto, ponen todos sus esfuerzos en solucionar los conflictos existentes o en hacer que surja de nuevo esa ilusión del principio que desapareció con el tiempo.
No obstante, a veces por mucho que nos empecinemos, los resultados no afloran. Es necesario saber parar para evitar hacernos más daño y aceptar de una vez la realidad. Porque por mucho que la neguemos, tarde o temprano tendremos que mirarla a los ojos.
Comprendes que la felicidad depende de ti
A veces creemos que tener una pareja nos hará felices. Sin embargo, esto es un grave error. Tras una ruptura podemos ser conscientes de que si no nos ocupamos de nuestra propia felicidad nadie lo hará. Cuando dejas esta responsabilidad en manos de los demás, estás convirtiéndote en dependiente de ellos para poder tener tu dosis diaria de bienestar. Cuidado porque esto puede conducirte a la dependencia emocional.
Te esfuerzas por abrir los ojos desde el principio
Es complicado no ilusionarnos y caer en expectativas que nos llevarán a profundas decepciones. No obstante, tras una ruptura te das cuenta de que este fue tu mayor error. Tu pareja no cambió, ya era así antes. Fueron esas expectativas las que se desvanecieron dando lugar a una realidad que no te gustaba.
Esperar demasiado de nuestra pareja provocará desilusiones y que sintamos que no nos quiera. Intenta ser más realista a partir de ahora. La felicidad que te embriaga en los primeros momentos te ciega.
Has descubierto cosas sobre ti
Cuando estamos en pareja probamos ciertas actividades que le gustan a la otra persona y compartimos puntos de vista sobre diversas cosas. Esto hace que descubras más cosas sobre ti, pasiones, aficiones, lo que en verdad deseas de la vida… Quizás esa persona que ha quedado atrás te ha descubierto la pasión por viajar o por la comida tailandesa. ¡Y qué decir de la vergüenza! Gracias a tu pareja lograste vencerla.
Aprendes a perdonar
Tras una ruptura puede que afloren pensamientos y sentimientos negativos que intenten culpabilizar a la otra persona de lo sucedido. Sin embargo, el resentimiento no nos trae nada bueno y lo que ocurra en una relación nos sirve para aprender.
No importa el daño que te hayan hecho o lo mucho que te entregaste por la relación. Saca todo lo bueno que te ha proporcionado esta experiencia en tu vida y perdona. Tienes que seguir adelante y si no alejas el rencor te estarás anclando al pasado.
Entiendes que la vida continúa
Los sentimientos están a flor de piel y por eso piensas que el mundo se te viene encima. Sin embargo, cuando esto pase te darás cuenta de que no fue para tanto y que la vida continúa. No pierdas la esperanza ni creas que aquí se ha terminado todo. Aún tienes mucho que vivir.
Tras una ruptura he aprendido a no renunciar a quien soy aunque comparta mi vida con otra persona
Por muy negativa que sea una ruptura, siempre hay algo que ha cambiado en nosotros. Ahora nos conocemos más. Puede que hayas descubierto que tienes miedo a la soledad, que eras una persona rencorosa, que lo que antes no te gustaba ahora te apasiona… Recoge todo esto y sigue adelante. La vida sigue.
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