Cuando se hace referencia a una actriz antigua de la edad dorada del teatro, la de fines del siglo XIX y comienzos del XX, que convivió con la infancia del género cinematográfico, inmediatamente nos viene a la mente la actriz francesa Sarah Bernhardt.
Pero hubo otra actriz contemporánea de la Bernhardt y tan famosa como ella, aunque del otro lado del Atlántico, la estadounidense Maude Adams, con algunas curiosidades cuando estaba en escena que te comentaremos a continuación.
Esta gran actriz antigua adoraba interpretar a un gallo. ¿Por qué?
Maude Adams fue a Norteamérica lo que la actriz antigua Sarah Bernhardt a Europa, un ícono de la escena teatral, garantía de éxito del público en cada obra que protagonizaba. De padres actores, Maude Ewing Adams Kiskadden, nacida en Salt Lake City en 1872, comenzó a actuar en las tablas desde niña –participó en una obra por primera vez a los 9 meses de edad, en brazos de su madre– y llegaría a hacerse famosa por su interpretación del personaje de Peter Pan en Broadway, en 1905.
Sin embargo, éste no sería el único papel masculino protagonizado por esta actriz empeñada en rivalizar con la Bernhardt, y que la llevó a encarnar la figura de Napoleón II en la obra L’Aiglon, que también había sido interpretado por la diva francesa. Chantecler, otra obra de Edmond Rostand, el autor de L’Aiglon, con un protagonista masculino sería objeto de una puja entre ambas actrices. Rostand le negó el papel a la Bernhardt, por considerarlo demasiado masculino y hecho para un actor recio, pero Adams compró los derechos de la obra para su representación en Estados Unidos y de esta manera se hizo con el papel.
Chantecler, se desarrollaba en un gallinero y era protagonizada por un gallo que creía que su canto era necesario para que amaneciera y ascendiera el sol, y aunque posteriormente descubre que no es así, renuncia al amor para seguir avisando con su canto a los otros animales que el día está por comenzar.
La obra fue un rotundo éxito de taquilla, las entradas se agotaban a las pocas horas de ponerse en venta, pero la crítica fue dura con la actuación de Maude Adams, calificándola de poco viril y poco verosímil. Esto no hizo que Adams dejara de considerarlo el mejor rol de su vida, incluso superior al papel que le había dado la fama, Peter Pan.
Algunos críticos han sugerido que la explicación del amor de esta actriz antigua por el papel de un gallo llamado Chantecler, de ahí el nombre de la obra, se encuentre en el parecido de su vida con la historia contada en la obra de Rostand: Adams había renunciado al matrimonio para dedicarse a su arte, así como Chantecler renunció al amor para dedicarse a cantar la salida del sol.
Maude Adams fue la actriz de teatro mejor pagada de su época, y aunque no llegó a actuar en películas, colaboró, asociada con la compañía General Electric, en el desarrollo de mejores y más potentes sistemas de iluminación para ser usados en salas de teatro y estudios cinematográficos, y en el desarrollo de la película a color, asociada con la Eastman Company.
Quizás no haya convencido como gallo, pero sin duda cantó fuerte y claro el amanecer de un apasionante futuro para la mujer por venir. Te invitamos a leer sobre otras grandes divas, Hedy Lamarr y Rita Hayworth.
Imágenes: Museum of the City of New York, Art Renewal Center, Commons Wikimedia, atlasobscura