La película “Inocentes”, dirigida por Anne Fontaine, pone sobre la mesa una terrible historia real sobre el abuso que sufrieron unas monjas polacas por parte del Ejército Rojo una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial.
La terrible historia de las monjas embarazadas por el Ejército Rojo
Para el invierno de 1945, Polonia ya había sido liberada del yugo nazi. Sin embargo, para algunas personas el infierno estaba a punto de comenzar. Este es el caso de las monjas violadas y asesinadas por parte del Ejército Rojo.
La historia es contada por la doctora Madeleine Pauliac, quien conoció a varias de las afectadas e incluso tuvo que asistirlas en los partos. La tragedia por la que pasaron estas monjas era un secreto a voces que nunca tuvo mayor relevancia. Ahora, gracias al film “Inocentes”, de Anne Fontaine, el mundo puede conocer lo vivido por las hermanas de este monasterio.
“Había 25. 15 fueron violadas y asesinadas por los rusos. El resto fueron violadas desde 35 veces, hasta 50”.
Estas palabras tomadas del puño y letra de Madeleine Pauliac, pueden ilustrar brevemente el horror que padecieron estas monjas. Pauliac fue una destacada doctora que desde el principio de la guerra se unió a la resistencia francesa.
Cuando Polonia fue liberada del nazismo, la doctora fue enviada a Varsovia a ocupar el cargo de Médico en Jefe de un hospital francés. Allí, un día es abordada por una monja que le pide acompañarla de forma discreta hasta el convento, no sin antes hacerle prometer que guardará absoluto silencio sobre lo que allí vea.
Fue así como en la noche la doctora se escabulle hasta el convento. Cuando llega sus ojos no pueden creer lo que ve. Un grupo de monjas embarazadas, algunas con serios problemas de salud. Así fue como descubrió que varios integrantes del Ejército Rojo, a las órdenes de Iósif Stalin, habían abusado repetidamente de las hermanas. Estas mujeres sufrían, no solo por el hecho de haber sido violadas, sino también por no poder denunciar tal atrocidad por miedo al rechazo de la sociedad.
El papel de la Dra. Pauliac fue trascendental en esta terrible historia. A muchas de las afectadas las asistió en el parto, a algunas tuvo que practicarles abortos y, además, les prestó ayuda psicológica para tratar de superar la muerte de sus compañeras.
¿Conocías esta terrible historia?
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