El clan MacLeod es uno de los clanes más antiguos de Escocia. Su sede se encuentra en  el castillo de Dunvegan en la isla de Skye. En él se conserva, junto con otras reliquias como el cuerno de Sir Rory Mor o la copa Dunvegan, que pasan como herencia de uno a otro jefe del clan, la «Bandera de las Hadas» del Clan MacLeod considerada magica.

La «Bandera de las Hadas» del Clan MacLeod considerada magica

Por los estudios que se han hecho del tejido con que está hecha la bandera ésta fue confeccionada en Oriente entre el siglo IV y V de nuestra era y, posiblemente, fue traída hasta Escocia por algún MacLeod que participara en las cruzadas. Sin embargo, existe otra historia entorno a este emblema del clan, que es la que le ha dado el nombre de «Bandera de las hadas» y sostiene la leyenda mágica tejida a su alrededor.

La "Bandera de las Hadas" del Clan MacLeod considerada magica

Según cuenta la leyenda, el cuarto jefe del clan MacLeod, Iain Ciar MacLeod, era un hombre muy atractivo del que muchas jóvenes estaban enamoradas, pero él no acababa de encontrar su pareja ideal. Un día paseando por el bosque encontró una casa habitada por hadas. Entró y se enamoró de una de ellas, siendo correspondido. Era una princesa de las hadas, pero su padre el rey no quiso darle permiso para casarse con él. Temía que su hija sufriera mucho, pues las hadas viven eternamente y los humanos envejecen y mueren. Sin embargo, compadecido ante la inmensa pena de su hija, le concedió estar con Iain durante un año y un día. Después de este tiempo debía regresar con su pueblo.

La "Bandera de las Hadas" del Clan MacLeod considerada magica

La princesa aceptó y durante ese año quedó embarazada y tuvo un hijo. Cumplido el tiempo, antes de marchar, le hizo prometer a Iain que nunca dejaría solo al niño ni le permitiría llorar, ya que ella no podría soportarlo. Pero, pasado un tiempo, el joven MacLeod dejó al niño con una niñera mientras cenaba con sus amigos que intentaban sacarlo de la depresión en que había caído. La cuidadora se durmió y el bebé empezó a llorar sin que nadie se acercara a consolarlo. La princesa de las hadas lo oyó y acudió a su lado. Lo cogió, lo envolvió en su manto y le cantó una canción devolviéndolo a la cuna. La niñera y el padre oyeron la canción y, cuando acudieron al lado del bebé, siguieron oyéndola pero no podían ver a nadie cantándola. Años más tarde el niño explicaría lo sucedido esa noche. La niñera recordó la canción de cuna y desde entonces a todos los niños MacLeod se les canta esa nana y se cree que quedan protegidos por las hadas.

La "Bandera de las Hadas" del Clan MacLeod considerada magica

Con el manto de seda se fabricó la bandera de las hadas que se dice ayuda al clan cuando éste lo necesita. No tienen más que desplegar la bandera y agitarla tres veces para que las hadas acudan a auxiliarlos. Eso si, como ocurre en muchos cuentos y leyendas, su favor sólo puede ser solicitado 3 veces, luego desaparecerá. Según la historia familiar, su poder mágico ya ha actuado en dos ocasiones: la primera cuando los MacDonald invadieron sus tierras y la segunda durante una plaga que afectó al ganado y los miembros del clan morían de hambre, sacaron la bandera de las hadas y el ganado sanó milagrosamente. Durante la Segunda Guerra Mundial, estuvieron a punto de sacarla por tercera vez. Flora MacLeod, la jefa del clan en aquel momento, ofreció al Gobierno acudir a los acantilados de Dover y agitar la bandera en caso de invasión nazi, pero finalmente no hizo falta.

La "Bandera de las Hadas" del Clan MacLeod considerada magica

Existen otras versiones de la leyenda, todas igualmente fantásticas, que forman parte del folclore familiar y de Escocia. Actualmente la bandera de las hadas se conserva en el castillo de Dunvegan y está muy deteriorada, pero si vais a visitar el castillo tendréis ocasión de verla.

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