La era victoriana fue especialmente rígida en cuestiones de moral, llegándose incluso a cubrir las patas de los pianos de cola para que no recordaran las piernas de las mujeres. En un ambiente de extrema mojigatería, ¿que ocurría si una mujer quedaba embarazada fuera del matrimonio? El escándalo era tremendo y si era de la nobleza aún más; que ocurriera en la realeza era impensable y había que ocultarlo a toda costa. ¿Tuvo la reina Victoria un nieto secreto que se escondió para evitar la vergüenza y el oprobio? Conozcamos los hechos.
¿Tuvo la reina Victoria un nieto secreto?
La reina Victoria de Gran Bretaña tuvo 9 hijos. En el sexto lugar, en 1848, nació la princesa Luisa, la cuarta de las chicas. Siempre destacó, además de por ser la más bella de las hijas, por su carácter rebelde y su propensión a saltarse las estrictas normas de la corte y del duelo impuesto por su madre tras la muerte del príncipe Alberto.
La historiadora Lucinda Hawksley, firme defensora de la existencia de ese nieto secreto, habla en su libro «The Mystery of Princess Louise: Queen Victoria’s Rebellious Daughter» de la vida de la joven princesa. Luisa estuvo enamorada varias veces antes de contraer matrimonio. Cuando tenía 18 años, en 1866, se enamoró del reverendo Robinson Duckworth, tutor de la familia. En cuanto se supo, el clérigo fue despedido.
Entre finales de 1867 y principios de 1868 nació un bebé al que llamaron Henry y del que no existió ningún certificado de nacimiento. Rápidamente y en extrañas circunstancias, el bebé fue adoptado por Frederick Locock, hijo del ginecólogo de la reina Victoria, Sir Charles Locock. Frederick se había casado con su novia 4 meses antes de adoptar al bebé y se les cedió para vivir un apartamento muy cerca del palacio de St. James. La historiadora cree que el niño era hijo de la princesa Luisa y el tutor de su hermano Leopold, llamado Walter Stirling. Stirling trabajó durante 4 meses en palacio y después fue despedido pero se le siguió pagando una asignación. Posiblemente para que mantuviera el silencio sobre el embarazo de la princesa.
La princesa Luisa tuvo un interés especial en ese niño, aunque siempre se achacó al hecho de que su madre adoptiva estaba muy delicada de salud. Frederick insinuó en correspondencia enviada a sus amigos, que era guardián de un secreto, pero que no estaba contento con el trato que recibía a cambio. La princesa Luisa se casó posteriormente, a diferencia de todas sus hermanas, con un plebeyo. El marido, John Campbell, marqués de Lorne, y más tarde Duque de Argyll, era un noble, del que se rumoreaba que era homosexual, compartió su vida con Luisa en el aspecto formal, pero no fue un matrimonio feliz. Ella, mujer extremadamente inteligente y dotada artísticamente, tuvo varias relaciones amorosas a lo largo de su vida.
Nicolas Locock, nieto de Henry y otros familiares, han intentado en múltiples ocasiones comprobar mediante el ADN la veracidad de estos hechos, pero siempre les ha sido denegado el permiso para desenterrar los restos. El motivo que aducen los jueces es que no existen pruebas reales y toda la historia no son más que rumores. Si es así, ¿por qué no dejan hacer la prueba para acabar con la polémica para siempre?
¿Qué te ha parecido? ¿Crees que tuvo la Reina Victoria un nieto secreto? ¿Crees que Henry era realmente hijo de Luisa? Si quieres conocer más sobre esta interesante etapa de la historia, puedes leer el post: Así «vivían» la muerte en la Era Victoriana.