Si te gusta conocer Récords Guiness, como cuál es el hotel más pequeño del mundo o quién tiene la cintura más estrecha, descubre quién fue el espía de menor tamaño de la historia.
El libro Guiness de Los Récords tiene un lugar para el francés Richebourg, el espía más pequeño del mundo, que, curiosamente, también se dice que fue el mejor.
¿Cuánto crees que medía el mejor espía del mundo?
Richebourg era enano y se sabe que medía 58 centímetros.
Antes de la Revolución francesa trabajaba para la aristocracia como mayordomo, en concreto, para la duquesa de Orleans. Cuando la Revolución estalló Richebourg se encontraba a las afueras de París, sirviendo a la duquesa.
Viendo el cariz que tomaba la situación, la duquesa empezó a inquietarse. Necesitaba iniciar correspondencia con sus amigos de París para conocer la evolución de los acontecimientos. ¿Estaría en peligro? En seguida supo que los soldados habían incomunicado la capital francesa, así que decidió contratar un espía.
Sabiendo de la urgencia de la duquesa, Richebourg se ofreció voluntario para hacer de espía. Al parecer tenía un plan.
El plan del espía Richebourg
Varios días más tarde, una mujer apareció con su bebé frente a las puertas de París. Los soldados le permitieron pasar con amabilidad junto a su hijito de seis meses. En la ciudad, el bebé resultó ser Richebourg, que consiguió escabullirse y entregar el mensaje de la Duquesa de Orleans a sus amigos.
Al día siguiente, la mujer y su bebé cruzaron de nuevo las puertas de París con un mensaje para la duquesa.
En otras ocasiones, la «falsa madre» dejaba a su hijo a los propios soldados con la excusa de realizar algunos encargos. Los soldados parloteaban tranquilamente frente al bebé, que memorizaba la información y luego, como Richebourg, la transmitía a sus patronos.
Richebourg también era entregado en las comisarias en calidad de «niño perdido«. Ocasiones que, obviamente, aprovechaba para robar secretos policiales. Richebourg y su colaboradora realizaron estas misiones muchas veces y nunca fueron descubiertos. Es más, el espía enano vivió hasta los 90 años y se convirtió en el menor, pero mejor, espía documentado.
Otros espías fuera de lo común
Si se trata de agentes secretos supercuriosos es imprescindible hablar de Mata-Hari. La hermosa holandesa que durante la Primera Guerra Mundial se hizo pasar por bailarina exótica y que aprovechó su atractivo para sacar información tanto de oficiales ingleses como alemanes o franceses. Su colaboración fue esencial, pero su falta de lealtad la condenó al paredón en 1917.
Una espía más actual es Anna Chapman, una atractiva mujer de origen ruso que, haciéndose pasar por empresaria, consiguió realizar tareas de espionaje en Nueva York hasta ser arrestada en 2010, por trabajar como agente secreto para la Agencia de Inteligencia de la Federación Rusa. En este caso, su final no fue para nada trágico. Aunque fue deportada y se le retiró la ciudadanía británica, Anna Chapman se dedica actualmente a la moda y es una estrella mediática en Rusia.
Si quieres saber más sobre espías descubre si de verdad existieron los «Assassins».