La diabetes es una enfermedad crónica que se manifiesta cuando el páncreas no sintetiza la cantidad suficiente de insulina para el cuerpo o ésta no es utilizada adecuadamente. La insulina, a su vez, es la hormona cuya principal función reside en mantener los valores adecuados de glucosa en sangre, transformando el azúcar, el almidón y otros alimentos en la energía que requerimos para el desarrollo de nuestra vida cotidiana. Es por este motivo que en las personas que padecen diabetes se da un exceso de glucosa en sangre, conocido también como hiperglucemia.
La diabetes es una enfermedad silenciosa que puede atacarte en cualquier momento, cambiando radicalmente tu estilo de vida. Por este motivo, debes mantenerte alerta y así poder percibir cualquier señal de su presencia. En caso de ser uno de los afectados por esta enfermedad, deberás seguir un tratamiento médico adecuado y controlado; de lo contrario, los tejidos podrían acabar dañados y producirse complicaciones de enorme gravedad para tu organismo. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, muchas personas con diabetes pueden prevenir o retrasar la aparición de estas complicaciones: por ello resulta imprescindible conocer a fondo los síntomas de diabetes. Si no estás relacionado con esta enfermedad, hoy en Supercurioso te animamos a que la tengas en cuenta y seas prevenido. Por este motivo, te resultará indispensable la información que sigue a continuación.
Diabetes, la enfermedad silenciosa que puede atacarte sin que te des cuenta
Existe una diversidad importante de diabetes además de la del tipo 2, la más común entre adultos. Nos referimos a la diabetes del tipo 1, la diabetes gestacional y la pre-diabetes. Antes de proseguir con la Diabetes del tipo 2, consideramos que es importante conocer a sus «hermanas pequeñas» a pesar de ser menos frecuentes, pues al fin y al cabo, y de igual modo, acaban suponiendo un riesgo para todos, por lo que debemos estar informados.
- Diabetes del tipo 1: también conocida como Diabetes Juvenile, este tipo de diabetes es diagnosticada en niños y jóvenes. Su control se reduce a una serie de directrices. En primer lugar, una medicación controlada consistente en inyecciones diarias mediante jeringas o el uso de una bomba de insulina para controlar los niveles de glucosa en sangre. En segundo lugar, la práctica regular de deporte y, por último, el acompañamiento de una nutrición adecuada. Además, no puede descuidarse el apoyo emocional, fundamental para mantener la motivación.
- Diabetes gestacional: se manifiesta en mujeres embarazadas, aproximadamente en un 4% de ellas, cuando las hormonas de la placenta impiden la producción de insulina en el cuerpo de la madre y, por consiguiente, activan una respuesta del páncreas del bebé en la que produce más insulina para equilibrar la glucosa. De esta manera, el bebé recibe más energía necesaria para el crecimiento, una energía que se convierte en grasa y puede provocar la obesidad del recién nacido, también conocida como macrosomía.
- Pre-diabetes: La pre-diabetes es aquel estado en que los niveles de glucosa son mayores a los estándares habituales, pero sin llegar a ser lo suficientemente altos como para diagnosticar diabetes.
Diabetes del tipo 2: la más común y extendida entre los adultos
La diabetes del tipo 2, además de ser la más común en adultos (aunque ciertamente comienza a manifestarse en niños que presentan problemas de obesidad), también es una de las enfermedades más extendidas entre la población. Como ya sabes, se caracteriza por la presencia de un elevado nivel de azúcar en la sangre, y su desarrollo es prolongado en el tiempo. El páncreas debe realizar un gran esfuerzo para fabricar una mayor cantidad de insulina, por lo que con el transcurso del tiempo el órgano puede verse afectado hasta tal punto que no sea capaz de generar más insulina. Así, la glucosa comienza a acumularse en la sangre, incapaz de llegar a las células y a los órganos, por lo que el cuerpo termina viéndose privado de energía.
A día de hoy, no puede precisarse con exactitud el desencadenante de esta problemática, aunque sí se ha determinado, como comentábamos anteriormente, que existe cierta predisposición genética y otros factores peligrosos como la obesidad y el sedentarismo; y es que la grasa corporal, especialmente aquella localizada alrededor de la cintura, es un indicador de que puede estar impidiéndose la correcta utilización de la insulina. De ser así, el cuerpo comienza a tomar la energía que requiere a partir de tejidos, músculos y órganos.
Este tipo de diabetes presenta síntomas débiles que, por tanto, son difíciles de ignorar, pero algunas de las manifestaciones más habituales son la sensación constante de hambre y sed, el cansancio, la micción frecuente, hormigueos en manos y pies, la pérdida de peso inexplicable, visión borrosa. Estos síntomas se van agravando de forma paralela a la evolución de la enfermedad, pudiendo desembocar en graves problemas cardíacos, insuficiencia renal, deterioro de la visión e infecciones cutáneas entre otros. Aunque no siempre es posible prevenir la aparición de la enfermedad, pueden tomarse ciertas medidas para retrasar e incluso evitar su padecimiento que contribuyan a un estilo de vida saludable.
Después de todo lo expuesto, esperamos haberte inculcado la importancia de identificar tempranamente la enfermedad para que así existan mayores probabilidades de retrasar las complicaciones derivadas de dicha enfermedad, y que te realices pruebas para medir tu nivel de glucosa en sangre. Y ahora, cuéntanos. ¿Cuál es tu relación con la diabetes? ¿La conoces por ti mismo o a través de alguien cercano? ¿Llevas un estilo de vida saludable? Déjanos un comentario contestándonos a estas preguntas, nos encantará que compartas con nosotros tus opiniones y experiencias.