El maltrato animal se define como aquel comportamiento que causa dolor o estrés de manera totalmente innecesaria a un animal. Afortunadamente la mayoría de la población está muy concienciada y no tolera este tipo de comportamientos e incluso muchos gobiernos tienen leyes que lo castigan. Esto, hace unos años, no era así y muchas personas consideraban a los animales poco más que objetos y obviaban el hecho de que sienten y sufren. El caso del cruel ahorcamiento de Mary la elefanta es un ejemplo de un proceder que, afortunadamente, en la mayoría de países no se toleraría hoy en día.
El ahorcamiento de Mary la elefanta
Mary fue el nombre que recibió una elefanta asiática nacida en 1894 y que fue llevada a los EE.UU. para formar parte del «elenco» artístico de un conocido circo de aquella época. Lamentablemente y con una gran crueldad, la elefanta fue ahorcada ante un numerosos público reunido para ver el terrible espectáculo el 13 de septiembre de 1916.
El 11 de septiembre de 1916, la elefanta Mary llevaba ya varios años trabajando para el circo «Sparks World Famous Shows» cuando el domador de elefantes decidió contratar como ayudante a un vagabundo llamado Red Eldridge, que no sabía nada sobre estos animales.
Al anochecer del día 12, Mary encabezó el desfile por la ciudad de Kingsport (Tennessee) conducida por Eldridge. En este punto, el testimonio de un testigo presencial y el de los medios de comunicación sensacionalistas difieren: según el primero, que es el que merece más crédito, Eldridge clavó un gancho en una zona cercana a una de las orejas de la elefanta cuando ésta se agachó para coger un trozo de sandía que había en el pavimento. Ella, enfurecida, lo golpeó fuertemente con su trompa arrojándolo contra un puesto de bebidas y una vez en el suelo, le pisoteó la cabeza matándolo. La prensa sensacionalista, por el contrario, habló de un ataque con sus colmillos que atravesaron al cuidador y de que tras ello, arremetió contra la multitud. Estos datos son claramente falsos, ya que Mary era una elefanta asiática y las hembras de esta especie tienen unos colmillos (en realidad incisivos) tan pequeños que no sobresalen de su boca. Además, otros testigos afirmaron que tras el ataque la elefanta permaneció tranquila y no representó ningún peligro para nadie.
Entre la gente que presenciaba el desfile se desató una ola de terror y empezaron a gritar que había que matar a la elefanta. Un lugareño le disparó 5 veces pero no consiguió acabar con ella y el dueño del circo, ante el temor de que no le dejasen actuar en otras poblaciones si llevaba a Mary, decidió «ajusticiarla» por asesina dando un último espectáculo.
La trasladaron en tren hasta Erwin, en el Condado de Uncoi (Tennessee), y el día 13 de septiembre, en una zona anexa a la estación de ferrocarril y ante una multitud de más de 2.500 personas, la elefanta fue colgada como una delincuente. Su muerte no fue ni fácil ni rápida. La colgaron de una grúa industrial con una cadena que en el primer intento se rompió fracturándole la cadera al caer al suelo. En el segundo intento acabaron con ella, aunque algunas fuentes dicen que tardó más de 4 horas en fallecer. El veterinario que realizó la autopsia, antes de que fuera enterrada junto a las vías del tren, determinó que tenía un diente infectado en un zona muy próxima al lugar en donde había sido «pinchada» por Eldridge, lo que posiblemente le causó un gran dolor y el posterior ataque de furia.
Esta es la triste historia del cruel ahorcamiento de Mary la elefanta. Afortunadamente, en la mayoría de lugares del mundo la sensibilidad de los humanos respecto a los animales está dando un giro radical y casos como el de Mary, hoy en día, no serían posibles. Si te ha interesado este artículo, quizá quieras leer:
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