Aunque el ser humano tiene una gran capacidad para la bondad, también posee una extraordinaria habilidad para la perversión y la maldad, en algunos casos. Así lo demostró Dennis Rader, un malévolo hombre que aterrorizó a la gente en Estados Unidos desde los años 70 y era conocido como el asesino BTK. Descubre su historia.
El asesino BTK, un hombre que provocaba pesadillas en Estados Unidos
Nacido en 1945 en Pittsburg, Kansas, Dennis Rader parecía un hombre común y corriente. Sin embargo, desde la infancia había albergado oscuras fantasías secretas de esclavizar y torturar. De niño, asesinó a gatos y perros ahorcándolos, pero, como era alguien inteligente, aprendió a ocultar a la sociedad sus violentas inclinaciones.
Después de servir en las Fuerzas Aéreas de los EE.UU., Rader comenzó a trabajar instalando sistemas de alarma domésticos, en 1974. Ese mismo año se matriculó en la Universidad Estatal de Wichita y dio inicio a su desenfreno asesino.
Cometió sus primeros asesinatos precisamente en 1974, estrangulando a cuatro miembros de la familia Otero en su hogar. Joseph y Julie Otero y dos de sus hijos, Josephine y Joseph Jr. murieron por estrangulación, y Rader se llevó un reloj y una radio de la casa. La estrangulación y la toma de recuerdos se convertirían, a partir de entonces, en parte de su modus operandi, o patrón de comportamiento.
También dejó semen en la escena y más tarde dijo que obtuvo placer sexual al matarlos. El hijo de 15 años de Oteros, Charlie, llegó a casa más tarde ese día y descubrió los cuerpos. La terrible estampa que el asesino dejó, quedaría grabada en su mente para siempre. Destrozando no sólo la vida de quienes había matado, sino truncando la de aquellos que los amaban.
Otro de los crímenes del asesino BTK ocurrió el 4 de abril de 1974, cuando Rader mató a Kathryn Bright apuñalándola y estrangulándola sin piedad. También intentó matar a su hermano, Kevin, a quien le disparó dos veces, pero que sobrevivió.
Más tarde ese año, en un arrebato de narcisismo, comenzó a buscar fama por sus asesinatos, escribiendo cartas e informando de sus crímenes. Su último crimen aparentemente se produjo en 1991, pero volvió a aparecer en 2004 y volvió a llamar la atención de los medios de comunicación. Esto finalmente llevó a su arresto. Se declaró culpable y fue condenado a cumplir 10 penas de cadena perpetua en prisión.
Se le conocía como el «asesino de BTK» -que significa «bind, torture and kill» (atar, torturar y matar), pero por mucho tiempo nunca se conoció su identidad. Por increíble que parezca, Dennis Rader, era ante los ojos del mundo, tan solo un inocente padre casado con dos hijos.
En las notas que dejaba a la policía para adjudicarse el crédito de los asesinatos, llegó a escribir: «Es difícil controlarme a mí mismo. Probablemente me llamen psicótico y pervertido sexual«. Continuó describiendo el impulso de matar como un monstruo dentro de él, pero claramente quería controlar su imagen: él mismo pidió que se le llamara «el asesino BTK».
Estas pistas que enviaba a la policía fueron las que les condujeron hasta él, en el año 2005. En su arrogancia, Dennis se comunicaba con la policía, haciéndoles preguntas sobre hasta qué punto podían rastrear las pistas que él enviaba. El cuerpo de seguridad consiguió engañarle, logrando conocer el nombre de Dennis. Poco después establecían conexiones que los llevaron directamente al criminal. El ADN de las escenas del crimen coincidía con el suyo. Era el asesino BTK.
Lo más espeluznante de este caso, además de la forma en que asesinaba a sus víctimas, es la normalidad con la que aparentemente transcurría su vida, rodeada de vecinos, miembros de su misma iglesia luterana y de sus propios hijos, sin que se sospechara de él.
¿Qué te ha parecido este caso? Resulta escalofriante pensar que muchas personas trataron con el asesino BTK y jamás pensaron que podía tratarse de alguien tan peligroso.
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