Lo de cantar que el 2 es un patito que está tomando el sol y el 3 una serpiente que no para de bailar es algo muy entrañable e infantil. Sin embargo, en los bingos de todo el mundo pueden encontrarse grupos formados por adultos que cantan los mismos versos y que conocen de memoria la lista de apodos de los números hasta el 90. Cada vez que se canta una bola, los recitan con ímpetu. Sin embargo, cabe tener en cuenta que, al tratarse de adultos, las comparaciones no son siempre tan inocentes, aunque los símiles con objetos de forma parecida son habituales.
En la web mejorbingoonline.com encontramos una lista completa del significado de todos los números en el juego del bingo, pero en Supercurioso te ofrecemos un pequeño aperitivo. A continuación te espera un resumen de los significados más interesantes de los números y sus rimas. ¡Descubre sus orígenes!
El significado de los números del bingo: descubre sus orígenes
El 7 en el bingo es directamente un revólver y el 8 una voluptuosa mujer (aunque el apodo oficial es “la dama”, por aquello de ser elegante). El 17 es el barco de vela y el 52 una madre con un hijo. Al 41 lo llaman el Cuchillo porque imaginan a alguien empuñando un arma blanca en la silueta de este número, y al 44 los tacones, aunque éste es más fácil de visualizar. Por su lado, el 55 merece una mención especial, con su par de tricornios.
Aunque el 2 siempre será un patito, en este caso el 3 ha dejado de ser una serpiente bailonga para pasar a ser el número de San Cono, el santo al que se encomiendan los aficionados a la lotería y al bingo de medio mundo. Y es que San Cono se celebra un 3 de junio y su culto viajó de Italia a las américas extendiéndose a través de los viajes de emigrantes italianos, los cuales creían que si soñabas con un 3, era San Cono avisando de un futuro premio. Del mismo modo, el 29 es apodado San Pedro porque se celebra el 29 de junio.
¿Cuál es el origen de estos apodos? ¿Qué historias esconden?
Así pues, a la hora de ponerles apodos a los números del bingo, los aficionados al azar se han fijado en mucho más que las formas: supersticiones, mitos, costumbres y tradiciones tienen cabida a la hora de ampliar el listado. El 25 es directamente la Navidad y el 33 la edad de Cristo, así como el 15 es la Niña Bonita y el 13 sigue con el estigma de ser la Mala Suerte.
La lista es muy larga y no siempre es fácil averiguar el origen de estos apodos (Por ejemplo, ¿por qué el 28 es Alicante?), pero sí que se pueden encontrar historias muy interesantes de otros tiempos, como historia del 19. Se le apoda “el Correo” y el origen de este apodo está en el hecho documentado históricamente de que los barcos-correo que unían Santa Cruz de La Palma o Tazacorte, otro puerto relevante también en la isla de La Palma, con Cuba, salían de tierras Canarias el 19 de cada mes.
Costumbres casi en desuso también quedan reflejadas en el listado de apodos de los números del bingo. Al 10 se le conoce como La Rosa; para averiguar a qué hace alusión este apodo tendríamos que viajar un poco en el tiempo, a épocas en que no había servicios de mensajería instantánea ni llevábamos un smartphone en el bolsillo, por lo que, si un hombre quería decirle a una mujer que su relación le satisfacía completamente y que se hallaba en un estado romántico de amor perfecto, le enviaba un ramo con diez rosas.
¿Una costumbre hispanohablante?
No hablamos sólo de una costumbre hispanohablante, sino que en el bingo en inglés existe también una lista equivalente, aunque con sus toques británicos propios. Sabemos, por ejemplo, que al 9 lo apodan “órdenes del doctor” y que esta curiosa costumbre tiene que ver con un medicamento contra el estreñimiento, la píldora número 9, que los médicos de campaña recetaban a los soldados aquejados de estreñimiento en la II Guerra Mundial. Mucho más moderna es la rima del 17 en inglés, que con su “Dancing Queen” hace alusión directa a la letra de la canción homónima de los Abba (“You are the dancing queen, young and sweet, only seventeen”).
¿Se encuentra esta costumbre cerca de su fin?
Quizás para muchos jóvenes estas sean costumbres desconocidas, pero es importante recordar que el bingo lleva entre nosotros desde posiblemente el s. XVI y que su momento de máximo esplendor en la España moderna tuvo lugar en los ochenta y noventa. Ahora, sin embargo, los establecimientos de bingo parecen estar de capa caída, ¿será esto el fin de esta costumbre de apodar a los números? Nosotros estamos seguros de que no, ya que el bingo ha evolucionado y se ha sabido adaptar a los nuevos tiempos: en su versión online, se han creado unas salas de chat donde además de fomentarse las relaciones sociales, sin duda se va a perpetuar esta costumbre.
Y a ti, ¿te gusta jugar al bingo? ¿Conoces alguna historieta relacionada con un número? ¿Crees que el bingo está condenado a desaparecer? ¡Estamos deseando conocer tu punto de vista y toda la información que puedas darnos!