Phineas Taylor Barnum fue el fundador del famoso Circo Barnum del que ya te hemos hablado en Supercurioso en otras ocasiones a raíz de varios de los artistas que desfilaron por sus carpas; entre ellos Francesco Lentini, el hombre con tres piernas y dos genitales o los hermanos gigantes de Texas. P.T. Barnum ofreció a muchas personas un medio para ganarse la vida en un momento histórico en el que cualquier diferencia física producía rechazo social. Sin embargo, el empresario y político norteamericano, no tuvo el menor escrúpulo en mentir y falsificar para conseguir más espectadores. Uno de sus mayores fraudes fue la sirena de Fiji, considerado el mayor engaño del Circo Barnum, aunque no el único.
La sirena de Fiji, el gran fraude del Circo Barnum
En Japón y en otros países orientales era costumbre de los pescadores crear híbridos cosidos de simio y pez con fines religiosos. Estos seres fantásticos eran algunas veces adquiridos por marineros occidentales como curiosidades y en 1822 uno de ellos fue comprado por el capitán Samuel Barrett Edes por una cifra astronómica. El capitán la exhibió en Londres y a su muerte, su hijo la vendió al Museo de Boston. El propietario de este museo se la alquiló a P.T. Barnum por 12’5 dólares al día.
Barnum intentó que un naturalista certificase que era una sirena auténtica sin conseguirlo, pero esto no le impidió exhibirla. Para despertar el interés del público hizo que un socio suyo la mostrase en secreto y poco a poco la gente empezó a interesarse por la que llamó Sirena de Fiji. El falso espécimen se exhibió en el Concert Hall de Nueva York y en el Museo Americano de Historia Natural de la ciudad.
Barnum imprimió folletos en los que explicaba que la sirena había sido capturada en una zona próxima a las islas Fiji en el Sur del Pacífico y que un tal Dr. J. Griffin, del Liceo Británico de Historia Natural, había confirmado que era auténtica. La prensa y la gente que acudió a verla salían decepcionados al no encontrar el ser maravilloso que esperaban y darse cuenta de que era un engendro compuesto por la cabeza y el torso de un mono cosido a la parte inferior de un pescado. Sin embargo, y a pesar de ser conscientes de la estafa, la gente acudió en tropel a verla. Al cabo de un tiempo dejó de exhibirse por las controversias que ocasionaba y al final nadie sabe que ocurrió con la Sirena de Fiji de Barnum, pero se cree que desapareció en un incendio.
A raíz de esta popular sirena de Fiji, surgieron varias imitaciones que decían ser la auténtica «Sirena de Fiji». Una de las más populares es la que se conserva en Museo Peabody de Arqueología y Etnología de la Universidad de Harvard, que guarda mucha similitud con las descripciones de la original.
Otra famosa Sirena de Fiji se conserva en una vitrina en Canadá en The Indian Trading Post y se la conoce como Banff Merman.
Y aquí tenéis la que se conserva en Irán, en el Museo Mashhad. Está hecha con una manta raya disecada y recortada.
¿Qué opinas de todas estas falsas sirenas? Si quieres saber más sobre estos extraordinarios seres de leyenda, puedes leer el post: