Algunos la definen como el tesoro del Pacífico y otros como la cuna de los enigmáticos moáis. El hecho es que los misterios de la Isla de Pascua siguen seduciendo a investigadores, viajeros y curiosos. Este trozo de tierra ubicado en la Polinesia es la isla más grande de Chile. Su nombre original es Rapa Nui, que significa isla grande. Fueron los navegantes tahitianos, que llegaron a ella en el siglo XIX, quienes la nombraron de esta forma, al igual que a los aborígenes que la habitaban. Son muchas las hipótesis sobre qué pasó en la Isla de Pascua, desde su propio origen, la elevación de estas 887 estatuas gigantes de piedra, y hasta la desaparición de su pueblo nativo.
Más allá de escudriñar en los misterios de la Isla de Pascua y lo que derivó en la desaparición de su población, vale la pena mencionar que este poblado remoto se ha convertido en uno de los destinos turísticos exóticos por excelencia. Pertenece a la región de Valparaíso y se extiende a lo largo de poco más de 163 kilómetros cuadrados. Hanga Roa es su capital, y además el único lugar poblado de la isla, con unos 7.750 habitantes. Junto a las deshabitadas islas Salas y Gómez, conforman la comuna de Isla de Pascua. En concreto, su Parque Nacional Rapa Nui fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en el año 1995. Acompáñanos en Supercurioso a develar realmente qué pasó en la Isla de Pascua.
Los más alucinantes misterios de la Isla de Pascua
1. Los Moáis caminaron
Iniciamos este recorrido por los misterios de la Isla de Pascua hablando de las emblemáticas figuras de piedra que le definen. Uno de los enigmas que más ha llamado la atención sobre esta isla es cómo las estatuas de los Moáis llegaron a sus últimos lugares de descanso. El más alto de las estatuas, «Paro», se alza a casi 10 metros y pesa 82 toneladas. Todas, sin duda, son inmensamente difíciles de mover.
A principios de los 80, los investigadores trataron de recrear algunas de las estatuas y moverlas utilizando solo las herramientas que los isleños tenían a su disposición en su época. La tarea fue casi imposible y varios intentos de mover réplicas se hicieron de diferentes formas posteriormente, sin mucho éxito.
Los estadounidenses Terry Hunt y Carl P. Lipo han investigado recientemente la sensacional teoría de que el pueblo Rapa Nui ató cuerdas alrededor de las masivas estatuas moai y las movió hasta situarlas de pie. Su equipo logró mover una réplica de 100 metros de esta manera. También argumentan que esto explica el folklore de Rapa Nui, en el que se cuenta que las estatuas caminaban, animadas por la magia.
El hecho es que son más de ochocientas monumentales estatuas que fueron construidas por los aborígenes entre los siglos XIII y XVI, y como se trata del elemento más distintivo de la isla, han sido ampliamente estudiadas por antropólogos. El último gran hallazgo en este sentido concluyó que, bajo las enormes cabezas y torsos de los moáis que se ven a simple vista, puede estar el cuerpo entero de cada uno de ellos, en el interior de la tierra. Esta idea abre el abanico de estudio a uno de los misterios de la Isla de Pascua más interesantes.
2. El Ecocidio que acabó con los Rapa Nui
Otra de las teorías vinculadas a qué pasó en la Isla de Pascua es la que afirma que los nativos despejaron grandes bosques para dedicarse a la agricultura, pensando erróneamente que los árboles crecerían de nuevo lo suficientemente rápido para equilibrar el medio ambiente. La población creciente empeoró el problema, y la isla finalmente no pudo sostener a sus habitantes. Incluso hay hipótesis que refieren a la hambruna generalizada y al canibalismo.
Sin embargo, una nueva teoría sugiere que hay muy poca evidencia de que esto sucediera así. Los Rapa Nui eran en realidad unos ingenieros agrícolas muy inteligentes. Un estudio intensivo demuestra que los campos agrícolas de los isleños fueron fertilizados deliberadamente con roca volcánica. Tom Hunt y Carl Lipo, en su estudio continuo de los misterios de la Isla de Pascua, también teorizan que aunque los isleños despejaron la mayor parte del bosque, lo reemplazaron con pastizales. Además, no creen que ninguna catástrofe auto-infligida matara a los isleños.
La antropóloga Mara Mulrooney apoya a Lipo y Hunt en el asunto de qué pasó en la Isla de Pascua. Sus datos de radiocarbono indican que la isla estuvo habitada durante muchos siglos, y su población solo cayó después de que los europeos comenzaron a frecuentarla. Y en efecto, la comunidad científica parece coincidir en despejar uno de los más insistentes misterios de la Isla de Pascua: la desaparición de sus nativos. Luego de la llegada de foráneos empezó, de manera muy progresiva, la decadencia de los Rapa Nui. Serían las enfermedades extranjeras como la viruela, sumadas al fenómeno de la venta de aborígenes como esclavos, los que terminarían por diezmar a su población, respondiendo así a uno de los misterios de la Isla de Pascua.
3. Las ratas
Terry Hunt y Carl Lipo ofrecen una explicación alternativa a uno de los más insistentes los misterios de la Isla de Pascua, la desaparición de los Rapa Nui. Lo que los investigadores enarbolan como hipótesis es una sobre población de ratas. La falta de depredadores y un desbordamiento de alimentos en la isla pudieron proporcionar un paraíso para las ratas que se escondían en los botes de los primeros colonos de la isla. Aunque los nativos cortaron y quemaron árboles, fueron las ratas las que evitaron el rebrote de nuevas plantas.
Pero la hipótesis se cae con brevedad. Mientras que las ratas pudieron haber dañado el ecosistema de la isla, también se convirtieron en una nueva fuente de alimento para los isleños. El descubrimiento de huesos de rata en vertederos de basura en la isla indica que los nativos se comieron a los roedores. Esto los mantuvo alimentados mientras trabajaban en la construcción de sus campos.
Los misterios de la Isla de Pascua nos revelan algunos datos sobre uno de los destinos más exóticos e interesantes de los que se tenga conocimiento. ¿Te imaginas ver de cerca las imponentes facciones de los Moáis, con alturas que van desde los 2,5 hasta los 10 metros? ¿O caminar en los senderos que sirvieron de hogar a los Rapa Nui, sabiendo que entre los siglos XIII y XV fueron entre seis mil y diez mil personas, y hoy ya no queda ninguno de ellos? Visitar la Isla de Pascua es hacer un viaje directo al pasado, a la historia, a la cultura más ancestral, navegando en los misterios de una civilización que desapareció de la faz de la tierra, aún hoy sin una sólida explicación. Y a ti, ¿Te gustaría visitar este exótico lugar? Déjanos tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos encantados de leerte!