Las guerras parecen sacar lo peor de las personas, sin embargo, junto a hechos terribles encontramos acciones que dignifican la raza humana a través de algunos individuos o grupos. En Supercurioso os hablamos del caso del piloto inglés que volaba sin piernas y de cómo se permitió que un avión se acercase a territorio enemigo y le hiciera llegar unas prótesis. En esta ocasión queremos ensalzar 3 emocionantes actos de humanidad en tiempos de guerra.
3 actos de humanidad en tiempos de guerra
1. Charlie Brown y Franz Stigler
Durante la Segunda Guerra Mundial se produjeron algunos de los hechos más crueles de la historia de la humanidad, pero a su lado, personas como el piloto de la Luftwaffe Franz Stigler llevaron a cabo actos de humanidad extraordinarios.
Era diciembre de 1943 y un avión B-17 de las fuerzas norteamericanas intentaba regresar a su base, tras bombardear Bremen, tripulado por el piloto americano Charles Brown. El piloto alemán Franz Stigler divisó el avión y se dirigió hacia él para atacarlo y derribarlo cuando, al acercarse al aparato vio que estaba muy dañado por el fuego antiaéreo y a través de los cristales divisó al artillero muerto y a la tripulación herida. En lugar de disparar y ganar con ello más puntos para conseguir una medalla honorífica, pensó que sería como matar a sangre fría a personas indefensas. En un acto de compasión hizo señas al piloto y, escoltando al aparato enemigo, lo condujo hasta el Mar del Norte donde se despidió.
Gracias a esta acción, el maltrecho avión consiguió llegar a su base y se salvaron 9 de sus ocupantes. Más de 40 años después, ambos pilotos se reencontraron y Brown mostró a Stigler fotografías y películas de los descendientes de los 9 hombres que él salvó.
2. Richard Rowland Kirkland, el ángel de Marye’s Heights
Este acto de humanidad ocurrió durante la Guerra de Secesión norteamericana. Su protagonista fue un joven soldado confederado llamado Richard Rowland Kirkland. Tras una dura batalla en la que oleadas de soldados de la Unión se estrellaban contra el muro que protegía Marye’s Heighs, el campo de batalla estaba repleto de muertos y también de heridos que gritaban pidiendo ayuda y agua en las pausas de la contienda. El soldado Kirkland pidió a su general permiso para atender a todos esos hombres, aunque fueran del bando enemigo. A regañadientes se lo concedió y el joven salió con agua y ayuda. Traspasó el muro con sus cantimploras a la vista de los contendientes de ambos bandos, que estupefactos, al ver lo que hacía, dejaron de disparar y empezaron a vitorearlo.
Cada vez que Kirkland volvía tras el muro para reponer el agua de las cantimploras se reanudaba la lucha, pero cuando volvía a aparecer, se imponía un alto el fuego tácito. Esto duró hasta que todos los heridos fueron atendidos. Al soldado se lo conoce como «El ángel de Marye’s Heights».
3. El Kaiser Guillermo y el Capitán Campbell
Durante la Primera Guerra Mundial el capitán Robert Campbell fue capturado en agosto de 1914 por los alemanes y quedó prisionero en un campo de concentración. Estando en él recibió la noticia de que su madre estaba muriendo por culpa de un cáncer. Campbell decidió escribir al Kaiser Guillermo solicitando permiso para visitar a su madre enferma. Sorprendentemente, el Kaiser se lo concedió con la promesa que una vez efectuara la visita volvería al campo.
Campbell así lo hizo. Estuvo con su madre durante una semana y después volvió al campo. Eso sí, un tiempo después escapó con sus compañeros de cautiverio, aunque fueron capturados en la frontera holandesa.
¿Qué te han parecido estos actos de humanidad en tiempos de guerra? ¿Conoces más?
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