Cuando Matilda se estrenó en 1996, Mara Wilson, su actriz principal, sólo tenía nueve años. Y aunque de seguro la fama le trajo alguna atención buena para su carrera, también pudo atraer a las personas equivocadas. O al menos eso nos cuenta la propia actriz de Matilda en una carta sobre la sexualización de niñas en Hollywood. ¡Te lo contamos!

iEsto dijo la actriz de Matilda sobre la sexualización de niñas en Hollywood!

En su carta publicada en la revista Elle, Mara abre su corazón y cuenta una anécdota que vivió cuando aún era muy niña sobre la sexualización de niñas en la meca de la industria cinematográfica. En cierto momento recibió una carta de un hombre cuyo nombre no recuerda con claridad, quizás era Don, tal vez Doug. En cualquier caso, era un adulto al que la actriz no conocía. En sus líneas pedía a la joven, todavía una niña de 15 años, que contestara la carta, pero todavía más. En su epístola le confesaba que amaba sus piernas y le suplicaba si podía besar la carta de respuesta con los labios pintados y dejarla marcada.

Actriz de Matilda escribió una carta sobre la sexualización de las niñas en Hollywood

Mara Wilson explica que al leer esa misiva sintió dolor de estómago, aunque lo cierto es que no la impresionó realmente. Desgraciadamente era plenamente consciente, incluso antes de ser una adolescente, de que había fotos suyas en sitios web cuestionables dedicados por ejemplo a fetiches de pies (recordemos que la actriz era menor) y que se habían hecho fotomontajes con su cara que aparecían en sitios de pornografía infantil. Además, no era la primera vez que recibía una carta de ese tipo y de un varón adulto. En este sentido, cuando acudía a estrenos o a eventos se encontraba cara a cara con individuos como los que le escribían las epístolas, esperándola con fotos de ella en las manos para que las firmara. Por dentro deseaba que su objetivo fuera venderlas y no quedárselas como un retorcido y preciado tesoro. Cabe tener en cuenta que en aquel momento los chicos de su edad, de su escuela y luego instituto, no le dedicaban demasiada atención pero aquellos adultos sí. Mara cierra esta reflexión con una tremenda frase: «Pero yo tenía algo que esos hombres querían: mi juventud».

Luego continúa narrando sobre su pubertad. Describe cómo algunos medios consideraron que podían hablar de su cuerpo. Es terrible leer su explicación de que cada vez que se encontraba con un artículo sobre ella se confirmaban sus peores miedos: «era fea». Lo que desde su punto de vista deja a una mujer al nivel de «inútil». No obstante, también era consciente de que si era «bella», se convertiría en un objeto. El crecer la había convertido en el centro de las miradas y de análisis y, como era una niña actriz, su cuerpo era (parafraseamos) «de dominio público».

Su testimonio es perturbador por todo lo que su reflexión implica sobre los niños y niñas actores. Podíamos intuir que algo parecido sucedía, pero quizás no lográbamos comprender realmente el dolor y el peligro que implica que alguien tan joven se exponga ante el público.

La actriz de Matilda escribió este texto en respuesta al furor iniciado en redes sobre la sexualización de niñas después del estreno de la segunda temporada de Stranger Things,y de ver una fotografía de la actriz Millie Bobbie Brown en la que el primer comentario era de un hombre adulto diciendo que Millie «había crecido frente a nuestros ojos».

Relata que este comentario la enfureció, ya que además de ser un tema al que es sensible considera que: «Una niña de 13 años no ha crecido (…) En ese momento recordé las cuentas regresivas de sitios webs hasta que Emma Watson o Mary-Kate y Ashley Olsen fueran ‘legales'».

En su carta la actriz de Matilda concluyó: «No sabemos cuántos Don o Doug hay por ahí. Algunos de estos depredadores son imposibles de encontrar y de entender. Los niños que son estrellas son vistos como suyos, como su propiedad, su fantasía. Los depredadores pueden convertir en fetiche su inocencia y su su juventud sin sentir culpa».

Una preocupación que todavía resulta más comprensible cuando nos percatamos de que la jovencísima Millie Bobbie Brown ha sido añadida a la lista de las «mujeres más sexys», siendo todavía una niña. ¿Por qué no respetamos la infancia? ¿Por qué este empeño en que las actrices y actores crezcan? ¿Por qué sexualizarlos?

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