Durante el siglo XVI los católicos fueron perseguidos con saña en Inglaterra. Muchas familias permanecieron en el seno de la Iglesia Católica y ofrecieron refugio a los sacerdotes que los atendían espiritualmente. Para esconderlos, construyeron en sus casas unos escondites conocidos como «Priest Hole«. Los «agujeros de curas»: Anglicanos contra Católicos en Inglaterra.
Los «agujeros de curas»: Anglicanos contra Católicos en Inglaterra
En muchas mansiones y castillos antiguos existen habitaciones, pasadizos o espacios secretos, que ofrecían seguridad para escapar o refugiarse a los moradores de la casa. Sin embargo, estos habitáculos conocidos como Priest Hole tuvieron como única finalidad esconder a los sacerdotes católicos, que fueron perseguidos, torturados y ejecutados por la Reina Isabel I.
Como todos sabemos, Enrique VIII quiso anular el matrimonio con su esposa española, Catalina de Aragón, para casarse con Ana Bolena. Al no conseguirlo escindió la Iglesia de Inglaterra de la de Roma, se erigió cabeza de ésta, y modificó las leyes eclesiásticas a su conveniencia. Su hija, Isabel I, heredó junto con el reino la jefatura de la iglesia anglicana. Durante su reinado, a partir de 1558, se incrementó el acoso a los «papistas» y la persecución de sacerdotes católicos.
Las familias inglesas que querían permanecer en el catolicismo solían acoger en su casa sacerdotes para oficiar misas y administrar sacramentos, pero si eran hallados, toda la familia podía ser castigada y el cura torturado y ejecutado. Las casas católicas tenían unos símbolos especiales para ser reconocidas y los religiosos pasaban por parientes o amigos de visita. A pesar de ello, para que no los encontrasen los «cazadores de curas» empezaron a fabricarse ingeniosos escondites. Los perseguidores podían pasarse días vigilando la casa y algunos sacerdotes murieron de hambre o sed al no poderles proporcionar sus anfitriones bebida y alimento. A muchos escondites se les añadió una especie de tubo para hacer llegar lo más básico al religioso sin descubrir el engaño.
El jesuita y arquitecto Nicolas Owen fue el principal artífice de estos «agujeros de curas». Durante 20 años, con un ingenio especial, escondió los huecos detrás de maderas, falsas columnas, chimeneas, etc. A pesar de que fue apresado varias veces nunca confesó la ubicación de los agujeros. Murió en 1606 a causa de las torturas que le infligieron la última vez que lo capturaron. Fue canonizado en 1970 por el Papa Pablo VI por las innumerables vidas que salvó con sus «agujeros de curas».
Actualmente estos escondites son un atractivo turístico en muchas antiguas casas solariegas de la campiña inglesa. ¿Has visitado alguno? Si te gustan los misterios que ocultan casas y mansiones, quizá quieras leer el post: La Rectoría de Borley, la casa más encantada de Inglaterra.
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