Anna Pavlova (1885-1931) fue una de las mejores bailarinas de ballet rusas y además una de las mejores intérpretes del clásico “La muerte del cisne” del compositor francés Camille Saint-Saëns. Hoy en Supercurioso te contamos quién era esta mujer, cuál es la importancia de este clásico de arte europeo, y por qué la obsesión de la artista con los cisnes.
Ana Pavlova: la bailarina que amaba a los cisnes
1. Quién era Anna Pavlova
Anna Pavlova nació en 1881 en San Petersburgo. Su familia era campesina y de bajos recursos. De su padre hay dos hipótesis: que murió cuando ella apenas tenía dos años, o que fuera la hija ilegitima de un banquero llamado Lázar Polyakov. Desde una temprana edad Pavlova se dedicó al ballet: a los ocho años fue rechazada en la Escuela de Ballet Imperial por ser muy joven, y a los 10 fue admitida.
Con tan solo 10 años empezó a ser formada por Pável Gerdt, Eugenia Sokolova y Christian Johansson, unos conocidos maestros de ballet. Cerca a esta edad Pavlova tuvo una destacada presencia en el Teatro Mariinsky debutando en ballet clásico. Antes de fundar su propia compañía de teatro, Anna Pavlova estuvo en la compañía de estos maestros y trabajó también con el conocido Serguéi Diáguilev.
2. Éxito de Pavlova
La artista empezó a recorrer Europa con sus espectáculos y en 1911 fundó su propia compañía. La artista era innovadora y creadora de coreografías. Pavlova estuvo en México en 1919 ejecutando el Jarabe Tapatío. La bailarina incluso ayudó a la creación de los zapatos pointe modernos, con los que hoy se tiende a bailar este tipo de danza. Y es que Pavlova era delgada, con apariencia delicada y unos pies extremadamente arqueados. Por esto agregaba un pedazo de cuero duro a las suelas de sus zapatillas pointe.
En mundo del ballet es muy exigente y tan pronto puedes estar arriba como estar abajo. Esta exigencia en muchas ocasiones genera grandes obsesiones a las personas que se dedican a ello, especialmente a los bailarines y bailarinas.
3. La Muerte del Cisne y la obsesión de Pavlova
Si no la conoces, La muerte del cisne es una pieza de ballet coreografiada por Michel Fokine un artista y director de compañía también ruso. Esta coreografía se hace sobre la composición El Cisne del Carnaval de los animales una suite musical de 14 movimientos compuesta por el romántico francés Camille Saint-Saëns. Esta composición musical está inspirada en un poema de Alfred Tennyson y por unos cisnes que el artista frances vio en parques y jardines. Lo que hizo Pavlova fue revivir un número donde el cisne herido vive sus últimos momentos. Y parece que la artista hizo tan bien su papel que el cisne quedó encarnado en ella para siempre.
Esta pieza se convirtió en un icóno de la danza clásica, y más interpretada por esta bailarina. Anna Pavlova se obsesionó con los cisnes, procesaba tanto amor por ellos, que mandó construir un lago especialmente diseñado para estos animales en su casa de Londres. La artista cuidó con verdadero esmero a estos animales y no dudaba en dejarse fotografiar con ellos siempre que podía por las revistas y periódicos de la época.
El número más famoso interpretado por la artista fue precisamente este: La muerte del cisne. Este número se estrenó en 1905 en San Petersburgo, aunque también es conocida la presentación de 1910 en el Metropolitan Opera House de Nueva York. La artista murió de pleuresía en los Países Bajos, justo antes de cumplir 50 años y mientras estaba en la que sería su última gira. El día de su muerte, Anna Pavlova pidió que la vistieran con su traje de la muerte del cisne y sus últimas palabras fueron: “Tocad aquel último compás muy suavemente”.
Los servicios fúnebres de Pavlova se llevaron a cabo en la Iglesia Ortodoxa Rusa de la capital británica. Si quisieras visitar los restos de Pavlova, o, más bien, sus cenizas, estas se encuentran en el Creamatorio de Golders Green en Londres. (Te recomendamos este qué ver en Londres). El personaje de Pavlova es muy importante en la historia de la danza, tanto que la bailarina moderna Ruth St. Denis dijo de ella: «Pavlova vivió en el umbral del cielo y de la tierra como intérprete de los caminos de dios».
La bailarina Anna Pavlova | En vídeo
Hasta acá ha llegado nuestro breve acercamiento a la historia de Anna Pavlova. En Supercurioso nos gusta escribir sobre estas artistas tan importantes en la historia del arte occidental. Sin embargo, lo que hacemos es solo abrir la discusión a la construcción con ustedes. Por ello esperamos sus comentarios en la sección inferior sobre este tema. Podrías comentarnos si conocías la figura de Pavlova ¿A qué crees que se debe su obsesión con los cisnes? Para nosotros, el arte bien hecho siempre atará vitalmente al artista con su creación. Nos leemos más abajo. Ah, y como vemos que te interesa el arte danzario, te recomendamos también estas 100 Frases de danza.