La hagiografía o historia de los santos es apasionante. Aunque sepamos que en muchos casos las historias son fruto de la imaginación, la extrapolación, la confusión o la ignorancia, resultan muy interesantes. En general se escribieron para recordar hechos sobrenaturales relacionados con los santos y para servir de ejemplo a los fieles. La Iglesia fue durante siglos una gran conservadora de reliquias, en muchos casos extravagantes, y quizá exageró hechos que sí tenían una base histórica. Acompáñanos a conocer la historia de Atila y Santa Úrsula, la leyenda de las once mil vírgenes y descubre la revisión que hicieron de ella los historiadores e incluso, desde hace siglos, la propia Iglesia.
Atila, Santa Úrsula y las once mil vírgenes
Santa Úrsula es una mártir venerada en muchos lugares de Europa y patrona entre otras de la ciudad de Colonia, también de las jóvenes, de los maestros y de varias universidades. Vivió al parecer en el siglo IV y fue asesinada por los hunos, cerca de Colonia, junto con otras muchachas que viajaban con ella. La historia de Santa Úrsula tiene más de leyenda que de verdad, ¡vamos a conocerla!
Historia de Santa Úrsula
La historia de Santa Úrsula se basa en una inscripción latina del siglo IV que se conserva en la catedral de Colonia. En esa piedra están labradas unas palabras que refieren que un tal Clemancio, senador, tuvo unas visiones que le llevaron a construir una basílica en sus tierras, en el lugar donde ya había habido otra iglesia, para conmemorar el martirio de unas vírgenes que habían sido asesinadas allí. No se mencionan ni los nombres ni la época ni tan siquiera a los hunos, ni mucho menos a Atila. A pesar de ello, es sobre esta piedra que se tejió la historia de Santa Úrsula.
Historicamente, la segunda información que se tiene es un sermón del siglo IX en el que se recoge la tradición oral de lo que les ocurrió a la santa y a las once mil vírgenes. A partir del siglo X se añadieron los nombres de las vírgenes: «Úrsula, Sencia, Gregoria, Pinnosa, Marta, Saula, Brítula, Saturnina, Rabacia, Saturia, y Paladia», aunque varían según las versiones de la leyenda. Entrado el siglo XI se encontró un enterramiento cerca de la catedral y los restos humanos hallados se identificaron como los de Úrsula y sus compañeras.
Existen varias versiones de la historia, semejantes en el fondo, y que varían únicamente en detalles como la procedencia o la finalidad del viaje. Al parecer, Úrsula era hija de un rey de Bretaña y su padre quiso casarla con el hijo de un rey inglés pagano. Ella que quería entregar su vida a la iglesia huyó de su casa junto con otras jóvenes vírgenes, con los mismos afanes, y se dirigieron a Roma para que el Papa las bendijera y consagrara sus votos de castidad y dedicación a Cristo. De vuelta a su hogar embarcaron por el Rhin y cuando estaban cerca de la ciudad de Colonia fueron atacadas por los hunos que habían tomado la ciudad y obligadas a desembarcar. Atila se enamoró de Úrsula y como ella y sus compañeras no quisieron satisfacer los deseos carnales de los hunos, fueron martirizadas y la mayoría decapitadas. A Úrsula, el propio Atila le disparó una flecha.
¿Once mil vírgenes?
En el siglo XI empezó a hablarse de las once mil vírgenes compañeras de Úrsula. Al parecer todo viene de una confusión en un escrito que se conserva en un monasterio próximo a la ciudad de Colonia y encontrado cerca de unos huesos atribuidos a las mártires. En él puede leerse XIMV, XI por el número 11, la M por mártires y la V significaría vírgenes. Sin embargo alguien lo malinterpretó y leyó «XI Mil Vírgenes».
Revisión de los historiadores
Los restos hallados cerca de la Catedral de Colonia eran de hombres, mujeres y niños y seguramente el enterramiento era una fosa común. Los historiadores creen que la Iglesia lo sabía, pero que a alguien le interesó hacer pasar los huesos encontrados por los de la Santa y sus compañeras para hacer negocio, ya que se vendieron como reliquias por toda Europa.
Para los estudiosos, el único vestigio real de que en Colonia murieran martirizadas unas jóvenes es el texto en la piedra antes mencionada. Los nombres, el número e incluso que fueran los hunos son invenciones posteriores.
Revisión de la Iglesia
La Iglesia ha dudado desde hace siglos de la historia tejida alrededor de Santa Úrsula y las once mil vírgenes. Ha tratado el tema con prudencia y ya en el siglo XVIII, el Papa Benedicto XIV proyectó suprimir la festividad por considerarla fantástica y sin fundamento. Sin embargo, debido a la devoción que existía en muchos lugares de Europa, se mantuvo con reservas. En el Martirologio Romano de 1922 se hicieron modificaciones y se suprimieron algunas referencias como el hecho de que fueran once mil vírgenes. En el de 2001 ya no se habla de los hunos y solamente se cita a Santa Úrsula como una de las jóvenes, vírgenes inocentes, que entregaron su vida por Cristo y em cuyo recuerdo se construyó la catedral de Colonia.
Colón y las once mil vírgenes
En su segundo viaje de descubrimiento, en 1493, Cristóbal Colón arribó a un archipiélago el día 21 de octubre. Al ser ese día la festividad de Santa Úrsula y las once mil vírgenes llamó a esas islas «Las Islas Vírgenes».
El retablo de Sta. Úrsula del Monasterio de Poblet
A pesar de que los eruditos y la iglesia nieguen cualquier posibilidad al martirio de estas once mil vírgenes, a lo largo de la historia muchísimos artistas han plasmado la leyenda en sus obras. Una de las más conocidas es el «Retablo de Santa Úrsula» que se hizo para la capilla del mismo nombre del Monasterio de Poblet y que actualmente se conserva en el MNAC de Barcelona. En este museo encontrarás, además de magníficas obras góticas, una colección de arte románico considerada de las más importantes del mundo.
El retablo de Santa Úrsula del Monasterio de Poblet es una obra de Juan Rexach realizada en el año 1468. En el centro está la imagen de la Santa y a los lados escenas de su vida y de sus compañeras: las once mil vírgenes.
¿Conocías la historia de Santa Úrsula y las once mil vírgenes? ¿Sabías que la Iglesia católica nunca la había canonizado oficialmente y quisieron acabar con su culto?