Tras perforar casi un kilómetro de profundidad bajo Nueva Zelanda, un equipo de internacional de científicos ha realizado un hallazgo en esta área subterránea que tiene amplias implicaciones para el ser humano. Entérate de qué se trata.

Científicos hicieron un sorprendente descubrimiento bajo Nueva Zelanda

En la falla alpina neozelandesa, donde se espera que ocurra un terremoto en las próximas décadas, un grupo internacional de investigadores ha encontrado temperaturas extremadamente altas y altas presiones de fluidos. Los científicos describieron las condiciones subterráneas como sorprendentes y aseguraron que servirán para comprender lo que ocurre en la acumulación de un terremoto de gran magnitud. Asimismo, pueden representar el descubrimiento de un nuevo tipo de recurso de energía geotérmica. La falla alpina es una de las principales fronteras de placas téctonicas en el mundo y la más peligrosa falla de Nueva Zelanda que genera numerosos terremotos.

Se extiende 650 kilómetros a lo largo de la espina dorsal de la Isla del Sur de Nueva Zelanda y sabemos que se rompe, en promedio, cada 300 años, produciendo un terremoto de magnitud 8. La última vez que esto ocurrió en la falla alpina fue en 1717, cuando se desvió la tierra horizontalmente unos ocho metros y elevó las montañas un par de metros. Según los cálculos, se espera que se desencadene un gran terremoto en las próximas décadas, puesto que la falla está al final de su ciclo sísmico.

Lo que hay bajo Nueva Zelanda ha sorprendido a los científicos
Las fallas que se extienden bajo Nueva Zelanda

Los científicos perforaron dos agujeros y en el segundo intento se llegó a 893 metros de profundidad. Descubrieron que a medida que profundizaban la perforación, la temperatura aumentaba rápidamente, a una velocidad de unos 15ºC por cada 100 metros. Estas temperaturas son mucho mayores que la velocidad normal de aumento, que suele ser de alrededor de 3°C por 100 metros de profundidad. Los agujeros más calientes en la Tierra se encuentran principalmente en regiones volcánicas.

Los investigadores descubrieron en este lugar un gradiente geotérmico -una medida de cómo la temperatura aumenta rápidamente con la profundidad- que es similar a los más calurosos pozos de energía geotérmica perforados en los volcanes de la Isla Norte central, pero lo curioso es que no hay volcanes cerca de la falla alpina. Se manejan dos teorías sobre cómo se torna tan caliente esta área subterránea. La primera es que las rocas calientes de gran profundidad han sido transportadas por los movimientos de los terremotos a la superficie rápidamente, en escalas de tiempo geológico, y no tuvieron tiempo de enfriarse completamente.

Entonces, el calor se transporta casi directamente desde la profundidad por el movimiento de la roca. El otro proceso que ayuda a explicar el hallazgo es la fractura de la roca, que permite que el agua de lluvia y el derretimiento de la nieve se infiltre hacia abajo en las montañas tan rápido que es capaz de transportar calor hacia el valle, donde el agua brota y descarga. El flujo debe ser lo suficientemente rápido para que el calor no se pierda en el camino, al igual que una tubería de agua en una casa mueve el calor de un tubo de agua caliente al baño antes de que el líquido se enfríe. El agua que fluye a través de la roca de la montaña, concentra el calor y eleva la presión del líquido bajo los valles.

Los resultados de esta investigación son importantes más allá de Nueva Zelanda porque otras fallas alrededor del mundo similares a la falla alpina también pueden tener condiciones extremas que nunca han sido investigadas. Los descubrimientos de la falla alpina ayudarán a desarrollar mejores modelos de información sobre cómo se generan los terremotos. Además, puede traer beneficios económicos para Nueva Zelanda, ya que es posible que estas condiciones subterráneas proporcionen un recurso sostenible y limpio de energía geotérmica utilizable para industrias y comunidades locales. ¿Qué te parece este curioso hallazgo bajo Nueva Zelanda? Parece que, aunque pueda sonar catastrófico, podría tener implicaciones positivas para el aumento del conocimiento de nuestra especie. Si te ha interesado este tema, descubre: – La falla de San Andrés al borde del crack. ¿Qué pasará?