Seguramente habrás escuchado hablar de la Belle Époque en filmes o en alguna novela, y cómo no hacerlo, si fue una de las épocas más importante en cuanto a desarrollo industrial y económico de Europa, especialmente de Francia y sobre todo en París. Hoy en Supercurioso te vamos a contar qué fue la Belle Époque, qué ocurría de especial en esta época y por qué es tan importante para el imaginario europeo. ¡Acompáñanos!
¿Qué fue la Belle Époque? La época dorada parisina
1. Introducción
El periodo de la Belle Époque abarca los años entre 1871 y 1914. En el primero de estos años estaba terminado la guerra franco-prusiana donde el Segundo Imperio Francés era uno de los bandos. El año en que se termina la Belle Époque (1914) fue el comienzo de otra guerra (la primera guerra mundial) donde los franceses se vieron fuertemente involucrados. Aunque existían conflictos causados por el imperialismo colonial, la Belle Époque fue un periodo sin grandes guerras, lo que, junto a otros factores, permitió el fuerte desarrollo industrial, económico y artístico sobre todo en la capital francesa.
Este desarrollo industrial trajo una mejora en el nivel de vida para quienes ascendían como clase media: más consumo, entretenimiento, desarrollo de la higiene pública, del transporte y la arquitectura urbana. Algunos historiadores afirman que en 1873, aunque existió una depresión en cuanto a una crisis agraria, hubo una mejora en los salarios reales gracias a la bajada en los precios. En la dimensión política también hubo cambios que se consideran positivos para la democracia actual: el sufragio masculino universal. En algunos países se alcanzó el sufragio femenino para esta época, pero lo que sí es cierto es que empezaron las luchas por el voto femenino, y, en general, las luchas feministas occidentales.
2. Crecimiento económico e industrial
París había pasado por un gran cambio. El barón Haussmann hizo una modificación radical en sus calles y edificios. Las antiguas y superpobladas casas fueron destruidas por completo y se crearon grandes avenidas, con farolas de gas y espacios verdes (los parques que antes era solo de la nobleza o los burgueses pasaron a ser también públicos). La parís medieval había quedado atrás, y ahora era una capital moderna. En la Belle Époque se instalaron miles postes de electricidad en París, lo que le hizo ganar su nombre de «ciudad luz». Además, la ciudad se llenó de neones, sobre todo en sus grandes bulevares.
El olor de la ciudad también cambió, pues la muy sucia París empezó a tener un amplio sistema de cañerías. Incluso, se pusieron los primeros cubos de basura frente a cada edifico. Estas condiciones de salubridad hicieron que la esperanza de vida de los parisinos, sobre todo los de la parte central, mejorará. París pasó a tener 2,8 millones de habitantes, después de tener solo 1,8 millones. Fueron sobre todo inmigrantes los que llegaron, más que los nacimientos. Estos trajo más movimiento económico y trabajadores para impulsar la economía.
El tranvía eléctrico se inauguró en la Belle Époque, en 1898. Los omnibuses y tranvías tirados por caballos se fueron acabando y los que llegaban eran motorizados. También los taxis empezaron a recorrer la ciudad sobre 1905. También en esta época se inauguró el metro de París (1900) que fue eléctrico y casi todo subterráneo. Fueron miles de personas las que asistieron a su inauguración, y esta era la atmósfera que se vivía en la ciudad: expectativa, sentimiento de cambios profundos, modernidad y progreso tecnológico.
3. Auge del arte ligado a la Belle Époque
En la Belle Époque se llevó a cabo la expansión de arte ligado a las dinámicas de consumo que empezaban, a la prensa que entraba en popularidad y al poder económico que adquirían principalmente los burgueses, y de alguna manera, los trabajadores que alcanzaban la clase media. Este es el tiempo de las Exposiciones Universales como la de París en 1900. Uno de los símbolos de esta es la torre Eiffel completada en 1889, y que era el arco de entrada a la feria.
Aunque para el imaginario europeo la Belle Époque fue la época dorada, quienes no la pasaron para nada bien fueron los 400 indígenas que se presentaban como una de las exposiciones. En esta época se amplió la oferta de ocio: por ejemplo, en 1911 se inauguró un enorme cine de 3.400 butacas a precios pertinentes para los trabajadores. Y así, la Belle Époque se fue grabando en las calles, plazas, edificios y subterráneos de París. Aun hoy podemos ver los edificios frutos de esta época dorada para algunos parisinos. Quizá después de leer esta entrada te interese leer una de Qué ver en París pues encontrarás varios edificios nacidos en esta época.
Hasta acá ha llegado nuestro acercamiento a la Belle Époque. Sabes que en Supercurioso nos gusta hacer recuentos de estas épocas tan importantes para ti. Sin embargo, nos gustaría leerte también. ¿Crees que la Belle Époque fue realmente un periodo de progreso para Europa? ¿Tienes alguna opinión sobre este periodo de la historia? 🙂