Más de 50.000 pacientes ya han conseguido su mejor sonrisa gracias a DR SMILE. La compañía alemana irrumpió en el mercado español en 2019 y, desde entonces, ha logrado posicionarse como una de las marcas referentes del sector.
Sus tratamientos 100% adaptados se suman a su sencillez, su asequibilidad o su comodidad. Sus innovadores brackets invisibles constituyen, sin duda, su principal apuesta de valor frente a las soluciones convencionales de ortodoncia mediante brackets.
La innovación en los procesos de ortodoncia
En el pasado, iniciar un tratamiento de ortodoncia implicaba atravesar un proceso largo y tedioso. Las piezas debían ser ajustadas de forma periódica y sus necesidades de mantenimiento se traducían en una gran cantidad de consultas presenciales.
Con la tecnología invisalign, encontramos solución a este tipo de inconvenientes. Pues, la ortodoncia invisible no requiere de procesos de mantenimiento o supervisión recurrentes y complejos. De hecho, DR SMILE ofrece a sus pacientes la posibilidad de recibir un seguimiento personalizado en remoto. Es decir, a partir de videollamadas y sin necesidad de salir de casa.
Otro de los principales escollos que encontraba la ortodoncia tradicional estaba relacionado con su invasividad. Para empezar, su implementación implicaba convivir con sensaciones de dolor constantes, llagas o heridas en la cara interna de la boca y los labios mientras se extendiese el tratamiento.
Por otro lado, se trataba de un sistema fijo, es decir, una vez que se implementaba no podía retirarse con las inconveniencias que ello generaba en el día a día. Una ortodoncia clásica formada por brackets restringía las rutinas de alimentación e impedía consumir determinados tipos de comidas, especialmente si se trataba de alimentos sólidos.
En el caso de la ortodoncia invisible, las cosas son bastante distintas…
La ortodoncia invisible
Más allá de una ligera sensación de incomodidad (que desaparece después de unas horas desde la primera implementación), invisalign no produce heridas, llagas o dolores locales y continuados durante el tratamiento.
Además de ser una fórmula invisible, se trata de una alternativa que pasa desapercibida para el propio paciente. Su adaptabilidad a la dentadura o la ausencia de elementos metálicos y fijos. que se integran en los brackets, genera una mayor sensación de comodidad y erradica las posibilidades de que se produzcan irritaciones.
Esto se une a que, además, se trata de una estructura removible. Es decir, puede extraerse fácilmente en caso de que las circunstancias lo requieran. Si el paciente necesita comer alimentos sólidos, practicar deporte o, incluso, integrarse en un contexto social más restrictivo o protocolario, puede quitarse la ortodoncia invisible, por lo que, en definitiva, el tratamiento no interfiere en sus necesidades o en su rutina diaria.
De hecho, la efectividad del invisalign es total siempre y cuando la ortodoncia se utilice durante un período de 22 horas al día, dejando un interesante margen para aquellas actividades que requieren de su extracción.
Por último, uno de los principales factores diferenciales que desmarcan a la ortodoncia invisible de DR SMILE es su asequibilidad. Acceder a este tratamiento resulta sencillo para todo tipo de pacientes debido a la posibilidad de financiarlo con cuotas que van desde los 31 euros al mes en adelante. No tener que hacer frente a una gran inversión es, sin duda, uno de sus principales incentivos.
Su importante base tecnológica e innovadora proporciona resultados efectivos en períodos de tiempo muy reducidos. En muchos casos, inferior a los doce meses. DR SMILE ha hecho posible que miles de personas logren lucir sus mejores sonrisas y, lo cierto es que teniendo en cuenta el valor de su propuesta, no resulta extraño que sus alineadores invisibles se hayan convertido en uno de los principales reclamos del segmento de la estética dental.