El 6 de enero de 2017 la revista New Scientist se hacía eco de una impactante noticia científica: Médicos japoneses habían extirpado un cerebro del ovario de una chica. Curiosamente este fenómeno no es algo tan raro y a esas formaciones se las conoce como teratomas o «tumores monstruosos».
Un cerebro en el ovario de una chica. Los teratomas o «tumores monstruosos»
Una joven japonesa de 16 años de edad, entró en el quirófano para ser operada de apendicitis. En el transcurso de la intervención los médicos observaron un tumor de unos 10 cm. en el ovario y procedieron a extirparlo. Al extraerlo vieron que tenía grasa y pelo en su interior y que además estaba formado por algo que parecía una estructura cerebral de 3 cm. cubierto por una placa delgada similar al hueso del cráneo.
Mandado al laboratorio para su análisis, se reveló que era un pequeño cerebelo, que es la parte del encéfalo que conecta con la médula espinal, unido a una masa que parecía un tronco cerebral.
La publicación New Scientist explicaba en su artículo que una quinta parte de los tumores de ovario contienen tejido que no es ovárico, habiéndose encontrado con frecuencia grasa, músculo, tejido cartilaginoso e incluso pelo o dientes. Lo curioso de este caso es que el tejido estuviese organizado como si realmente fuera un pequeño cerebro. En ocasiones se ha extirpado un teratoma ovárico a mujeres que habían sufrido alteraciones de personalidad, confusión, pérdida de memoria y otros trastornos neurológicos debido a este tumor. Esto puede ocurrir debido a que el sistema inmunitario actúa contra las células cerebrales que están en el ovario al detectarlas como un cuerpo extraño, debido a este ataque pueden verse afectadas las células del cerebro verdadero de la mujer y producir una inflamación y consecuentemente las alteraciones mencionadas. Cuando se extirpa el tumor, cesan los síntomas.
El término «teratoma» viene de la palabra «teros» que en griego significa monstruo y»oma» que quiere decir tumor o hinchazón. Suele contener tejidos que no son ováricos, normalmente de pulmón, cerebro, tiroides o hígado. Los casos como el de la chica japonesa son más raros, aunque no es único, ya que se han hallado ojos, manos, pies y otros miembros. Cuando la cápsula interna de los teratomas es de gran tamaño y contiene fluidos, en su interior, puede en algunos casos observarse una formación parecida a un feto.
A pesar de lo angustiante que parece este tema, generalmente no representan ningún peligro para la salud, ya que los teratomas ováricos están encapsulados. La chica japonesa se recuperó de la operación sin ningún problema. Los médicos creen que esta formación es congénita, pero como suele ser de pequeño tamaño no se descubre hasta más adelante.
Si te interesan los temas de salud, quizá quieras leer el post: ¿Qué es la Tricomoniasis?
Imágenes: Masayuki Shintaku et. al., 2017, Nephron