Todas las culturas tienen sus propias leyendas sobre el Más Allá, aquel lugar ignoto al que todos estamos inexorablemente condenados y del que no es posible regresar. Y estas son las dos únicas premisas que se mantienen sea cual sea la ideología, cultura o creencia. Salvo para Yin Changsheng y Wang Fangping que al parecer lograron la inmortalidad en lo que hoy es la ciudad Fantasma de Fengdu.
La ciudad fantasma de Fengdu
Durante el periodo en el que reinó la Dinastía Han de Oriente 25-220 d.C. en China se tenía la creencia de que el alma de cada individuo estaba formada por dos partes, una puramente espiritual (hun 魂) que era la que viajaba al paraíso y alcazaba la vida futura de los inmortales, y otra más carnal unida al cuerpo (po 魄) esta permanecía en la tierra y sólo se reunía con el alma espiritual a través de ciertos rituales. Pero si alguien no quería esperar los rituales post-morten para alcanzar la inmortalidad, podía intentarlo abandonándose a una vida eremita centrada en la práctica de ejercicios de respiración, técnicas sexuales y el uso de elixires médicos con los que al final se lograría la tan ansiada inmortalidad.
Es por esto que los funcionarios de la corte Yin Changsheng y Wang Fangping deciden dejarlo todo y apartarse en la Montaña Ming para entregarse por completo a las prácticas Taoístas con las que se hicieron inmortales, según cuenta la leyenda. Posteriormente, bautizaron a este lugar con la fusión de sus nombres Yinwang, que significa Rey del Infierno y el lugar fue adquiriendo las connotaciones propias de su denominación, alejándose de la historia original de aquellos funcionarios imperiales, por lo que se edificaron templos y santuarios dedicados a la superación de las tres famosas pruebas que según las creencias chinas los muertos deben pasar para alcanzar la vida eterna.
La primera prueba consiste en cruzar el Puente de la Impotencia cumpliendo el protocolo establecido según sexo y edad. Si se consigue pasar el arco del medio es porque el alma es buena si por lo contrario el alma es mala los demonios la empujaran hasta arrojarla a la corriente del rio. Luego hay que someter el alma a juicio en el Paso de Tortura Fantasma donde el mismísimo Yama, Rey del Infierno, será el que juzgará el alma del difunto, que llegará así a la tercera y última prueba que tiene lugar delante del Palacio Tianzi, donde para librarse del infierno es necesario poder sacar un pie del interior de una losa de piedra de la que sólo los virtuosos pueden escapar.
Hoy la isla Fengdu se ha convertido en una atracción turística del rio Yangtze en la que los turistas ponen a prueba sus almas en el camino hacia el Más Allá.
Imágenes: Wikipedia