La imaginación de los pobladores del medievo estaba llena de animales fantásticos. Unos totalmente inexistentes y fruto de la imaginación y otros, aunque ciertamente existían , sus representaciones no se asemejaban en absoluto a la realidad, ya que muy pocos los habían visto. Los artistas los plasmaban en sus obras siguiendo instrucciones orales o escritas de personas que decían haberlos visto. En torno a muchos de esos animales, reales o fantásticos, se tejieron historias y leyendas. Una de las más curiosas tiene relación con la cinegética o arte de la caza: ¿Sabes cómo se caza un Unicornio?
¿Sabes cómo se caza un Unicornio?
El Unicornio es una criatura legendaria que suele representarse con la estampa de un caballo pequeño y un largo cuerno puntiagudo y en espiral en mitad de la frente. En algunos sellos de la Civilización del Valle del Indus ya podemos encontrarlos, así como citados en tratados sobre la naturaleza de autores griegos antiguos e incluso en la Biblia se habla de un animal, que suele pensarse que es un unicornio, llamado Re’em. Este Re’em, en la tradición judía, era un animal de enormes dimensiones, y la leyenda explica que Noé tuvo que mantenerlo fuera del arca, atado por un cuerno a la embarcación, para que le quedara el morro fuera, pudiera respirar y sobreviviera. Curioso ¿no?
Entre los atributos del Unicornio estaba el que su cuerno podía hacer potable el agua envenenada y sanaba la mayoría de enfermedades.
En Europa, el Unicornio se representaba generalmente de color blanco y significaba la pureza y la gracia. Era una criatura que habitaba en los bosques y era muy salvaje. Únicamente las mujeres vírgenes podían amansar al animal.
Es el propio Leonardo da Vinci, que en una de sus notas sobre animales fantásticos, recoge la manera cómo se caza un Unicornio:
«‘El unicornio, a pesar de su intemperancia y su falta de control, olvida su ferocidad por el amor a las hermosas doncellas; dejando de lado todo temor, se sientan a su lado y se duermen en sus regazos, y así los cazadores lo atrapan.'»
Esa es la única manera de cazar un Unicornio. Una muchacha virgen debe acudir al bosque y cuando se le acerque un Unicornio, apoye la cabeza en su regazo y se duerma, es el momento que el cazador debe aprovechar para capturarlo.
Durante la Edad Media y debido a las propiedades milagrosas contra envenenamientos y enfermedades que se creía poseía el polvo de cuerno de Unicornio, se vendieron a altísimos precios cuernos de Narval. Los machos de este animal marino tiene en su frente un cuerno larguísimo y en espiral y la picaresca invitó, especialmente a los pueblos nórdicos, a venderlos como si se tratasen del atributo de los Unicornios, llegando a cobrar su peso en oro.
En los antiguos asentamientos celtas de Galicia, en el Norte de España, se creía en la existencia de los Unicornios Dorados. Los historiadores piensan que se trataba de caballos blancos que tenían un punto en la parte alta de la cabeza con una concentración de melanina y que desde lejos se veía como si tuvieran un cuerno en mitad de la frente.
El Unicornio es uno de los animales fantásticos que poblaban los bestiarios medievales, si quieres saber más de ellos, puedes leer el post: