En la actualidad puede resultar abrumador compaginar todas nuestras responsabilidades, tanto dentro del trabajo como fuera del mismo. Si bien es cierto que parece haber persistido la percepción de que el éxito laboral sólo puede lograrse dejando de lado nuestra vida personal, está demostrado que los trabajadores que gozan de una felicidad plena en su ámbito privado, resultan más productivos y eficientes.
Es por este motivo que cada vez más empresas no sólo son conscientes de las pésimas consecuencias que puede acarrear el conflicto de sus empleados para compaginar ambas facetas (tales como la insatisfacción laboral, el absentismo o el bajo rendimiento), sino que también promueven medidas para conciliar las dos parcelas: jornadas intensivas, flexibilidad en el horario laboral, poder trabajar desde casa, reducción de la jornada laboral, son algunas de las acciones principales.
Conseguir el equilibrio deseado hará de los trabajos e inversiones de tiempo los negocios más rentables, en los que saldrán ganando tanto los trabajadores como las empresas. Si te has planteado en más de una ocasión dejar el trabajo o averiguar cómo trabajar desde casa para poder pasar más tiempo con los tuyos o con tus aficiones, no puedes perderte los consejos que te damos a continuación.
7 Consejos para conciliar el trabajo y la familia
1. Planificar todas tus tareas
El primer paso para poder aprovechar al máximo tu tiempo es crearte un calendario que te ayude a planificar todas las actividades, tanto del trabajo como del hogar. Te recomendamos que no establezcas unos objetivos demasiado exigentes ni un horario demasiado estricto, ya que ello probablemente acabará generándote un alto grado de frustración por resultar irrealizable. Por el contrario, lo mejor es elaborar un listado de todas las tareas a cumplir con una estimación aproximada del tiempo que puede tomarte cada una de ellas. Será un proceso costoso, pero de seguro que podrás obtener grandes frutos si cumples con él.
2. Establecer prioridades
A pesar de que deberemos cumplir con todas las tareas en un momento u otro, también es importante que seamos capaces de establecer un orden de importancia, diferenciando aquellas que reclaman ser realizadas con mayor inmediatez. Asimismo, también deberemos ser conscientes de que a lo largo de nuestras vidas pasamos por distintas etapas que nos obligan a escoger entre prestar una mayor atención a un aspecto o a otro, así que simplemente deberemos plantearnos con completa sinceridad en qué momento nos encontramos y actuar en consecuencia.
3. Aprender a delegar
Abarcar todo lo que queremos hacer es una misión imposible, por lo que deberemos realizar un ejercicio de humildad para aceptar que pedir ayuda a nuestros allegados no es nada de lo que debamos avergonzarnos; de hecho, todo lo opuesto. En momentos de sobrecarga, debemos tener en cuenta a aquellas personas que pueden facilitarnos las tareas del día a día. Por ejemplo, en caso de tener una familia o compañeros de piso, asegurarnos de que repartimos las tareas domésticas de forma equitativa.
4. Renunciar a la perfección
Muy ligado con el apartado anterior está el hecho de renunciar a alcanzar la perfección en todo aquello que nos proponemos, especialmente si nos vemos obligados a compaginar muchas actividades. El tiempo es limitado, y nosotros debemos tener en cuenta que ello implica también cierta limitación en el momento al pretender abarcarlo todo. Así que será nuestro trabajo interiorizar que no podremos cumplir con todo al mismo nivel, y aprender a llevarlo con la máxima tranquilidad posible.
5. Eliminar el sentimiento de culpa
Como te decíamos, los objetivos que nos establecemos muchas veces pecan de no ser lo suficientemente realistas, y cuando padecemos de una pizca de pereza o simplemente de una mala organización, es probable que nos sintamos mal por haber dejado alguna tarea pendiente. En estos casos, lo más recomendable es realizar un profundo ejercicio de autocrítica para aceptar nuestros errores y procurar no repetirlos en el futuro. Eso sí, nunca generando pensamientos dañinos ni excesivamente duros; sino enfocándolo como parte del aprendizaje y la mejora.
6. Cantidad o calidad de tiempo
Disponer de una mayor cantidad de tiempo no implica necesariamente que este siempre sea mejor; de hecho, es ampliamente conocido que en muchas ocasiones, cuanto menos tiempo se tiene, más lo aprovechamos. Sea como fuere, debemos abandonar las quejas y los lamentos y asegurarnos de que el tiempo que le dediquemos a los nuestros, o a nosotros mismos, nos permita desconectar por completo del ámbito profesional y disfrutar de lo que nos enriquece emocionalmente.
7. Incluir actividades físicas
El último de nuestros consejos puede resultar a priori contradictorio, puesto que significa tener que incluir más actividades en nuestra rutina. No obstante, son numerosos los estudios que demuestran que realizar alguna actividad física a diario resulta beneficioso para deshacernos del estrés y las tensiones acumuladas a lo largo de las jornadas laborales. Además, las endorfinas que se liberan durante el ejercicio genera una sensación de euforia que no sólo nos proporciona un estado de bienestar, sino que también mejoran nuestro estado de ánimo.
Si quieres más consejos para sacar el máximo provecho a tu trabajo, visita el canal de Negocios Rentables FX. Esperamos que estos consejos te hayan resultado interesantes y que, sobre todo, los pongas en práctica y te ayuden a encontrar el perfecto equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Te animamos a dejarnos un comentario con todas tus aportaciones. ¿Tienes algún truco que te permite compaginar mejor tu trabajo con tu vida personal? ¿En qué crees que fallas para conseguirlo? ¡Estaremos deseando conocer tu experiencia!