Que los niños aprenden a usar la tecnología rápidamente no es ningún misterio. Como adultos, debemos de prestar atención a qué es lo que hacen, ya que los riesgos en la exposición están siempre presentes. Existen herramientas que te pueden ayudar en ese control y ser muy útiles para el día a día como, por ejemplo, el uso de una buena VPN.
¿Qué es una VPN?
Si te preguntas: ¿VPN qué es y cómo puede ayudarte a proteger la seguridad en internet de tus hijos?, es muy sencillo. Se trata de una red virtual privada la cual hace que te conectes a internet desde un servidor en el que toda la información, durante tu navegación, será privada y encriptada.
Para su funcionamiento lo que hará será ocultar la dirección IP por lo que no sabrán desde dónde te conectas. También hará lo mismo con la ubicación, entre otras tantas características.
Consejos para salvaguardar la seguridad en internet de los niños
Hay tanta información y suceden tantas cosas en internet que los niños no son conscientes realmente a todo lo que se exponen. Buscar la forma de darles protección y apoyo, no limitando su uso sino explicándoles los riesgos que existen es clave. El uso de una VPN te dará grandes beneficios, siempre que sigas algunos consejos concretos.
1. Crear contraseñas seguras
Una de las cosas más importantes cuando nos conectamos a internet es mantener la privacidad de los datos. Si bien cuando haces uso de una VPN hay un encriptamiento de los datos, es bueno que enseñes a los niños a crear contraseñas seguras.
No se vale con poner contraseñas por ejemplo con el nombre de su mascota, de su fecha de nacimiento, etc. porque serán muy fáciles de adivinar. Si el niño no es tan creativo con ello, hay algunas herramientas online que generan contraseñas y que serán de gran utilidad.
2. Cuidado con los mensajes sospechosos
El acoso también se ha pasado a hacerse en la red. Esto significa que el acoso online puede sucederle a cualquier persona. Recibir mensajes inapropiados o que los propios amigos sean quienes envíen mensajes inoportunos es un riesgo que está presente.
Hay que enseñar a los niños cómo deben de responder esos mensajes y, principalmente, como adultos monitorear los mensajes que reciben.
3. Descargar aplicaciones seguras
Que tu hijo quiera jugar con el juego que está de moda o con esa aplicación que le recomendaron los amigos, puede hacer que descargue una aplicación maliciosa. Como consecuencia, podría tener algún tipo de virus o lo que es peor instalar algo para controlar los datos o lo que se hace.
Cuando te conectas desde una red segura como un VPN es imposible que se robe información. Con lo cual, aunque se haya descargado un programa de un sitio no autorizado, eso no se efectuará.
4. Filtrar el contenido
Sin importar qué edad tenga tu hijo, siempre que sea menor de edad, hay que controlar el tipo de contenido que consume. Hay muchas páginas con información inapropiada, así como videojuegos que podrían incitar a la violencia.
Existen herramientas que te ayudan a poner el límite parental, con las que se bloquean algunas webs para que no accedan a su contenido.
5. Enséñales a utilizar una VPN
Después de explicarles qué es una VPN y cómo los va a proteger durante su conexión a internet o juegos en línea, enséñales a utilizarla. De esa forma, cada vez que se quieran conectar a la red, van a saber cómo hacerlo y tú estarás tranquilo de que la información estará encriptada.
6. Actualiza la información y aplicaciones
Tener los dispositivos y aplicaciones actualizadas te permitirá bloquear cualquier intento que pueda existir o mal funcionamiento. Es una garantía adicional que se puede añadir y así estar mucho más tranquilo como padre.
7. Mantener la confidencialidad
Tener una charla con los niños es algo clave. Hay que explicarles los riesgos que existen en la red y todo aquello a lo que se exponen. Además, de que es muy importante que mantengan su confidencialidad y que no den datos personales a nadie.
A ello se le suma el tipo de fotografías que se publican, pues, en ocasiones y sin darse cuenta, publican imágenes en donde se puede ver la casa o la calle en la que viven. Por lo tanto, saber qué se puede y qué no compartir es fundamental para mantener la privacidad tanto del niño como del resto de la familia.