El pensamiento del juez de menores Emilio Calatayud ha calado hondo en muchas conciencias gracias a sus discursos y sus libros. Su preocupación en el ámbito de la educación se ha hecho especialmente viral gracias a una de sus intervenciones. En ella presenta los «10 consejos para convertir a tu hijo en un delincuente», basados en experiencias de casos policiales. Expuestos en clave de humor y sarcasmo, pero con reflexiones verdaderamente punzantes. En Supercurioso, te las contamos a continuación:
Cómo educar a un hijo para que no sea un delincuente
Estos son los consejos para convertir a tu hijo en un delincuente.
- Comienza dándole a tu hijo todo lo que te pida desde la infancia. De esta manera, crecerá creyendo que el mundo entero es de su propiedad.
- No le des ninguna educación espiritual. Espera a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
- Ríete con sus palabrotas, así hará cosas aún más graciosas.
- No le regañes ni le digas que hace algo mal, podrías provocarle complejo de culpabilidad.
- Recoge todo lo que deje tirado, así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.
- Déjale leer todo lo que caiga en sus manos para que su mente se llene de basura.
- Discute a menudo con tu cónyuge, especialmente delante del niño. De esta manera le ahorrarás el disgusto y el dolor el día en que su familia quede destrozada.
- Dale todo el dinero que quiera gastar, así jamás sospechará que para disponer de dinero es necesario trabajar.
- Satisfaz todos sus deseos; el sacrificio podría producirle frustraciones.
- Ponte de su parte en cualquier conflicto; seguro que sus profesores tienen prejuicios contra tu hijo y sólo quieren fastidiarle.
En resumidas cuentas, hemos proyectado todas las frustraciones y represiones de nuestra infancia en la de nuestros propios hijos. Les hemos allanado tanto el camino, que la sobreprotección les ha convertido en pequeños tiranos. Todo ello ha tenido un reflejo de vital importancia en nuestra sociedad. Siendo muy consciente de ello, el juez Calatayud ha destacado dos hechos:
- Si la tasa de delincuencia en menores ha descendido en los últimos años, desde luego no tiene nada que ver con la forma en cómo educamos a nuestros a hijos. Los factores causales de este hecho responden a la toma de conciencia sobre la importancia de la formación: todos aquellos adolescentes que entre 2005 y 2007 abandonaron el instituto para dedicarse a la obra motivados por la obtención de dinero fácil, a raíz de la crisis se quedaron en paro y aprendieron la importancia de la educación. Por otro lado, los padres están reaprendiendo a decir que no y cada vez hay menos que poder robar.
- Asimismo, los índices de maltrato a los padres son preocupantes: un 45-50% corresponde a las niñas, mientras que un 55-60% pertenece a los niños. Se dan de forma más frecuente en las clases media-alta, mientras que por lo que respecta a la adopción, cada vez se devuelven más niños a los servicios sociales.
Uno de los puntos fuertes de su discurso radica en que hemos criado a nuestros jóvenes haciéndoles ver todos los derechos que poseen pero omitiéndoles sus deberes morales. Solemos olvidar que estos deberes morales coinciden, además, con los legales, pues se encuentran recogidos en el artículo 155 del código civil. En él se afirma que los hijos deben obedecer y respetar a sus padres mientras permanezcan bajo su potestad y contribuir equitativamente según sus responsabilidades al levantamiento de las cargas de la familia, mientras vivan con ella.
El abuso de los derechos y el abandonamiento de los deberes en casa, se ha visto reflejado con la misma intensidad en el ámbito escolar. Padres y maestros, figuras fundamentales en la educación, han pasado de ser autoritarios a convertirse en colegas. Calatayud se opone rotundamente y reclama el reconocimiento de la diferencia entre los individuos: los conocimientos merecen respeto. Algo que, tristemente, ni siquiera los políticos profesan.
Por último, el juez hace especial hincapié en el papel que juega Internet en el desarrollo de adicciones al juego, diagnosticado en la mayoría de nuestros jóvenes. No somos conscientes de que las redes sociales y el mal uso de la información se convierten en un factor de alto riesgo a la hora de cometer hechos delictivos. Por contra, condenamos a nuestros hijos con móviles de última generación mejores que los de sus propios padres. Termina reflexionando Calatayud, ¿por qué fabricamos móviles adaptados a los ancianos y no para los niños? Las funcionalidades de los terminales deberían ir acorde a las edades de uso.
Si sientes curiosidad por este pensamiento expresado «10 consejos para convertir a tu hijo en un delincuente», siempre puedes profundizar
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Y, ya sabes, nos encantaría que nos contaras si estás de acuerdo con las exposiciones de este juez. ¿Crees que es un acierto este pensamiento? ¿Te posicionas en contra por su radicalidad? ¡Estaremos encantados de leerte!