La recolección de trofeos humanos es una práctica casi tan antigua como la humanidad. A lo largo de la historia son numerosos los ejemplos que ilustran esta costumbre en diferentes pueblos y culturas. En unos casos se trata de reliquias de santos, en otros de una demostración del dominio de un individuo sobre los demás y en la mayoría de ocasiones son símbolos de la victoria en una batalla. En Supercurioso os hablamos del monumento en Japón que contiene más de 38.000 narices de coreanos muertos durante una guerra en el siglo XVI y en esta ocasión queremos acercarnos a uno de los trofeos más comunes: la Copa de Cráneo, creada con los huesos de la cabeza del vencido.
La Copa de Cráneo un terrorífico trofeo
Una copa de cráneo es un recipiente que se utiliza para beber y que está hecho con el cráneo de un ser humano. Los historiadores han encontrado evidencias de esta práctica desde hace miles de años. La más antigua se encontró en la cueva de Gough (Reino Unido) y tiene más de 14.500 años.
Erodoto en el siglo V a.C. escribió sobre los escitas y explicó que bebían en copas de cráneo de sus enemigos vencidos. Romanos, Búlgaros, Rusos, Pechenegos o Chinos utilizaron este tipo de recipiente para humillar a los derrotados. En algunos casos el líquido que llenaba esas copas no era vino, sino sangre.
Lord Byron y la copa de cráneo
La copa de cráneo que podéis ver en la imagen a continuación perteneció a Lord Byron.
Uno de sus jardineros encontró una calavera enterrada en el jardín y se la llevó. Lord Byron se «encariñó» con ella y mandó que puliesen los huesos del cráneo y los montasen de manera que pudiera beber en ellos a modo de las antiguas «copas de cráneo». Hace un tiempo este extravagante objeto salió a subasta.
La leyenda de la princesa Rosamunda y la copa de cráneo
Esta leyenda está basada en un hecho histórico. En el año 567, Alboino, rey de los lombardos, mató al rey Cunigundo rey de los gépidos (un pueblo germano) y tomó por esposa, en contra de su voluntad, a la hija del monarca llamada Rosamunda. Años después, al mando de un ejército formado por tribus muy diversas de toda Europa, marchó desde Hungría sobre la península italiana para conquistar nuevos territorios. El 28 de Junio del año 572, cuando estaba en Verona, fue asesinado mientras hacía la siesta. La leyenda dice que el asesinato fue promovido por Rosamunda como venganza no sólo por haber sido el causante de la muerte de su padre, sino porque además la obligó a beber el «vino de la victoria» en el cráneo de éste.
En el Tibet se utilizaban las copas de cráneo en un ritual budista. No importaba de quien fueran los huesos, las copas estaban ricamente ornamentadas y beber en ella debía invitar a reflexionar sobre la insignificancia de la vida terrenal.
¿Conocías las copas de cráneo? ¿Te atreverías a beber en una de ellas?