A veces, hay cosas que hacemos por tradición o por costumbre, pero sin saber exactamente por qué o cuándo se empezó a hacer. Muchos de estos rituales y costumbres populares actuales tienen sus orígenes en algo con un significado diferente al que hoy tienen.
¿Cuál es el propósito de besarse bajo el muérdago? ¿Tiene algún significado especial soplar las velas de cumpleaños? ¿Por qué hacemos propósitos de Año Nuevo?
En este artículo revisaremos algunas de estas costumbres populares actuales cuyos orígenes poco tienen que ver con su sentido actual.
Besarse bajo el muérdago
Los antiguos celtas antiguos utilizaban el muérdago como afrodisíaco para aumentar la fertilidad de las ovejas. El poder mítico del muérdago se extendió, y se empezó a colgar sobre las puertas para evitar el fuego, los relámpagos y los malos espíritus. Pero a pesar de sus propiedades protectoras, el muérdago no pudo dejar atrás su pasado fértil, y al verlo colgado sobre las puertas se empezó a besar como si algo romántico fuera a ocurrir.
Soplar las velas de cumpleaños y pedir un deseo
Los antiguos griegos ofrecían a la diosa Artemisa, diosa de la luna, pasteles redondos (como la luna). Según algunos historiadores, sobre los pasteles ponían velas para darles un resplandor lunar. Otros piensan que cuando las velas se soplaban, el humo, al elevarse hacia el cielo, llevaba a la diosa los deseos de cumpleaños del que soplaba.
Propósitos de Año Nuevo
En la mitología romana, el dios Jano tenía dos cabezas: una que miraba con interés hacia el futuro y otra que miraba hacia el pasado. Al dios Jano, dios de los cambios y las transiciones, se le atribuía el poder sobre todos los inicios. El dios Jano cuidaba de cada acción en sus comienzos.
El primer día del año se dedicaba a la exaltación del dios Jano y como «empezar» puede significar también «nacer», pasar de un estado a otro, el origen de los propósitos de comienzo de año está bien justificado.