Río de Janeiro es un destino que figura en la lista de visitas imprescindibles de cualquier viajero que se precie. Es por este motivo que en los últimos años se ha convertido en una de las ciudades más visitadas, y es que la conocida como Ciudad Maravillosa no sólo alberga hermosas playas, una naturaleza abrumadora o unas gentes repletas de vitalidad, sino que también esconde curiosidades de Río de Janeiro que merece la pena conocer.
Los tours gratis en Río de Janeiro son una excelente manera de descubrir todos los secretos que encierra, ya que gracias a la experiencia del guía podrás adentrarte de lleno en el estilo de vida carioca adaptándose perfectamente a las capacidades de todos los bolsillos. ¿Te animas? Nosotros, por si acaso, vamos haciéndote la boca agua con 7 curiosidades de Río de Janeiro que harán que quieras hacer las maletas ahora mismo.
7 Curiosidades de Río de Janeiro, la ciudad maravillosa
1. ¿Cuál es el origen de su nombre?
Ateniéndonos a la historia y la tradición, se conoce que los portugueses llegaron a la bahía de Guanabara bajo el mando de Gaspar de Lemos el 1 de enero de 1502, bautizando la zona con el nombre «Río de Janeiro» («Río de Enero» en español), en alusión tanto al momento de su descubrimiento como al hecho de que confundieron la bahía con la desembocadura de un río. De este modo, la idea más aceptada afirma que la ciudad debe su nombre a un gran río que jamás existió, aunque existen ciertas corrientes que mantienen que para el portugués del siglo XVI “río” o “ría” era un término también empleado para referirse a las bahías.
2. Una escalera con azulejos de todo el mundo
Entre los barrios de Lapa y Santa Teresa encontramos un símbolo de la creatividad y la bohemia de Río de Janeiro: la Escalera de Selarón. Ésta fue resultado del homenaje que el artista chileno Jorge Selarón quiso rendirle a la ciudad, en un principio con la intención de revestirla con azulejos de los colores propios de la bandera brasileña; el verde, el amarillo y el azul. Sin embargo, cuando el proyecto se encontraba prácticamente terminado, Selarón descubrió una tienda de antiguos azulejos procedentes de todos los rincones del mundo. Siendo así, decidió que su obra debía cobrar un nuevo rumbo: se convertiría en una escalera mutante, en constante evolución.
Sus visitantes contribuyeron donando azulejos representativos de su país de origen o con mensajes especiales; de hecho, el proyecto se detuvo únicamente en enero de 2013, cuando el artista fue encontrado muerto a los pies de su obra. El resultado de este curioso trabajo es un total de 215 escalones cubiertos por más de dos mil azulejos distintos procedentes de más de sesenta países. Desde luego, un imprescindible en los lugares de Río de Janeiro que debes visitar.
3. Los franceses fueron los primeros en colonizar Río de Janeiro
Aunque los portugueses fueron los primeros en llegar a la bahía de Guanabara, estos no llegaron a instalarse, siguiendo con su viaje de exploración. No fue hasta medio siglo después, concretamente en 1955, que Río de Janeiro sería ocupado por primera vez por parte de un grupo francés dirigido por el almirante Nicolás Durand de Villegagnon. Estos, que iban en busca del «paraíso perdido» descrito por Sir Tomás Moro en su libro «Utopía», decidieron hacer de una tierra tan bella su «Francia Antártica». Río se convirtió así en el refugio para los franceses protestantes que huían de la Contrarreforma y en un enclave comercial estratégico. La bahía, sin embargo, sería tomada en 1567 por los portugueses.
4. La estatua del Cristo Redentor, alcanzada por un rayo
Una de las características más notorias de Río de Janeiro es su clima tropical, que presenta una humedad elevada y precipitaciones habituales. Es por este motivo que no resultan nada extrañas las violentas tormentas con rayos y truenos, independientemente de la época anual. En este contexto, la ubicación del Cristo Redentor en la cima del Corcovado hace de dicha estatua un blando ideal para las descargas eléctricas, que recibe un total de entre dos y cuatro impactos anuales. A pesar de contar con un sistema de pararrayos efectivo, no es capaz de evitar los daños, que pueden notarse ya en brazos, manos y cabezas, razón por la cual resulta necesario efectuar reparaciones de forma constante.
5. Durante unos años Río de Janeiro fue capital europea
La quinta de las curiosidades de Río de Janeiro es especialmente poco conocida fuera de Brasil y se remonta a 1808, cuando huyendo de la invasión napoleónica el rey de Portugal se instaló en Río de Janeiro junto a toda su corte. Siendo así, Río de Janeiro se convirtió en capital del imperio portugués, erigiéndose así como única capital europea situada fuera de Europa. Debido a este nuevo estatus, importantes instituciones económicas y culturales (la Biblioteca Nacional, el Banco Nacional, la Junta General de Comercio, etc.) se instalaron en la ciudad y se crearon tanto escuelas como universidades. Río de Janeiro se mantuvo como capital hasta 1821, año en que el rey se vio obligado a volver a su tierra.
6. El tren es anterior a la estatua del Cristo
En lo alto del monte Corcovado, a 709 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el Cristo Redentor, uno de los lugares más emblemáticos de Río de Janeiro. Para visitarlo, cada media hora sale un tren que, por el contrario a lo que puede pensarse, no fue creado especialmente para visitar la estatua, sino que fue inaugurado mucho antes. En 1884 permitía, no sólo acceder al mirador, sino también trasladar las distintas partes de la estatua y ensamblarlas en la cima.
7. El partido de fútbol con más espectadores de la historia
En 1950 Brasil acogió la Copa del Mundo, jugándose la gran final en Río de Janeiro en el recién estrenado estadio Maracaná. En aquellos años, no obstante, la FIFA era menos atenta con las reglas que afectaban a la comodidad y la seguridad de los espectadores, por lo que ese 16 de julio se amontonaron un total de 173.850 para presenciar el partido final entre Brasil y Uruguay. Esta cifra ha establecido un récord mundial de asistentes todavía no superado, principalmente porque a día de hoy no está permitido ni un número tan elevado de asistentes ni que estos no dispongan de asientos. De hecho, el estadio Maracaná tuvo que ser adaptado para el Mundial de Fútbol de 2014, con una capacidad de 78.838 espectadores.
Esperamos que estas curiosidades de Río de Janeiro te hayan resultado interesantes y hayan contribuido a que conozcas un poquito más acerca de esta fascinante ciudad. Cuéntanos, ¿has tenido la oportunidad de visitarla? ¿Conocías alguna de estas curiosidades de Río de Janeiro? Déjanos un comentario compartiendo con nosotros tus experiencias y aportaciones. ¡Descubre más curiosidades sobre Río de Janeiro que son alucinantes!