Con más de 4.500 millones de direcciones y el intercambio diario de más de 320.000 millones de correos electrónicos, puede afirmarse sin ningún tipo de duda que el email es un medio de comunicación e intercambio de información completamente globalizado. Su uso, además, no es limitado, sino que comprende asuntos tanto personales como profesionales, así como cuestiones desde las más triviales hasta las de mayor trascendencia.
Por este motivo, aunque en Supercurioso damos por supuesto que tu dominio del sistema es pleno, estamos seguros de que existen una serie de curiosidades del email que todavía desconoces. Antes de exponértelas, sin embargo, te recomendamos que seas cuidadoso con el envío de emails, puesto que estos pueden traerte verdaderos quebraderos de cabeza si no eres minucioso. Para ello, resultará indispensable que releas el email las veces que haga falta, asegurándote tanto del destinatario de tu correo electrónico como del contenido del mismo.
6 Curiosidades del email que todavía desconoces
1. ¿Sabías que existe el correo temporal?
El email temporal, como su propio nombre indica, no es algo definitivo. Por el contrario, te ofrece la posibilidad de darle uso a tu correo electrónico en el preciso momento en que lo necesitas, ahorrándote tanto el registro como la entrada del molesto spam. Y, además, sin quedar registrado en ningún sitio. Una herramienta gratuita verdaderamente útil que ofrece correotemporal.net y que no únicamente te evitará perder el tiempo sino que también te ahorrará complicaciones.
2. La historia del primer correo electrónico
El honor no podría deberse a otra persona que no fuera Ray Tomlison, considerado el padre del email. La primera dirección de email («tomlinson@bbn-tenexa») puede fecharse en 1971, momento en que las extensiones más habituales a día de hoy todavía no se conocían. En pleno desarrollo de ARPANET, el correo fue enviado entre dos ordenadores de la misma sala, con un contenido en absoluto relevante.
3. El origen del símbolo arroba: @
El símbolo arroba (@) corresponde a la expresión latina ‘ad’, que significa ‘junto a’. Asimismo, los primeros usos documentados del símbolo son como abreviación española y portuguesa de ‘arroba’, unidad de medida para la fabricación de recipientes tanto para el aceite como para el vino.
4. Un buen uso de la Copa Oculta (CCO)
Cuando llega el momento de enviar un mismo correo electrónico a muchos contactos, te recomendamos que hagas uso del envío en copia oculta o CCO. Esto, además de proteger la privacidad de las direcciones de los distintos destinatarios, también evitará que las respuestas que recibas sean del mismo modo enviada a todos los contactos que hayas incluido.
5. Distinción entre mayúsculas y minúsculas
Antes de responder a si existe o no distinción entre mayúsculas y minúsculas, hace falta saber primeramente que la dirección de email tiene dos partes diferenciadas gracias precisamente al uso de la arroba. La primera de ellas corresponde a la parte local, donde existe la posibilidad de distinguir entre mayúsculas y minúsculas; en cambio, en la segunda parte, correspondiente al dominio de internet, no puede darse el caso. Asimismo, no es algo común, por lo que resulta indiferente escribirlo de una manera u otra.
6. Una buena contraseña te ahorrará problemas
Disponer de una buena contraseña que no resulte demasiado evidente se vuelve una cuestión de vital importancia a la hora de proteger los datos y las referencias más importantes de nuestra vida diaria que compartimos por medio del correo electrónico. Incluso nos protegeremos del robo de nuestra identidad. ¿Las recomendaciones? Que esté compuesta por un mínimo de 10 caracteres, entre los cuales se incluyan letras mayúsculas, minúsculas, números y algún carácter especial.
Ahora que conoces estas curiosidades del email, cuéntanos. ¿Te ha sorprendido alguno en especial? ¿Cuál es el uso que haces del correo electrónico? ¿Has tenido alguna vez una mala experiencia por no tener en cuenta los puntos comentados? Déjanos un comentario con tu aportación, estaremos encantados de leerte y de poder charlar contigo.