En la cultura, la tradición y el folclore de origen cristiano es frecuente la mención de los Pactos con el Diablo. El ejemplo más conocido es el de Fausto, cuyo origen encontramos en una leyenda alemana, que vende su alma al diablo a cambio de placeres y conocimiento. La figura de Mefistófeles, acólito de satanás -o el propio satanás-, suele ser la encargada de atraer y capturar esas almas. La riqueza cultural que esconde esta temática nos ha animado a investigar y traerte 10 curiosidades sobre los Pactos con el Diablo.
10 curiosidades sobre los Pactos con el Diablo
1. El pacto podía ser oral o escrito. Si era escrito se firmaba un documento con sangre. En la época de la inquisición se falsificaron muchos supuestos pactos para conseguir condenas.
2. La «marca del diablo», que se buscaba en las brujas, se creía que era la señal indeleble que éste dejaba en el cuerpo de la bruja al tocarla para sellar el pacto. Durante siglos, en los tribunales, esta marca que solía ser simplemente una verruga, una cicatriz o simplemente una peca, se consideró prueba suficiente para un veredicto de condena.
3. La demonología afirmaba que según el mes, la semana, el día y la hora podía aparecerse un diablo diferente al ser invocado el maligno. Si se pretendía pactar con el diablo, era importante elegir bien el momento según lo que se le quisiera solicitar, ya que a cada demonio le correspondía una función específica.
4. Como la demonología cristiana suponía que para pactar con el diablo había que sacrificar niños a cambio, muchas comadronas fueron acusadas. La triste realidad es que morían muchos niños al nacer y echar la culpa a la partera, acusándola de bruja, era una manera de justificar lo sucedido.
5. Se creía que entre los favores más solicitados se encontraban el conocimiento ilimitado, la eterna juventud, riquezas sin fin, el amor deseado o el poder absoluto sobre algo o alguien.
6. A partir del siglo IX se introduce la figura del «judío» como mediador en el pacto, tal como se puede leer en el texto Miraculum Sancte Marie de Theophilo penitente.
7. En el siglo II, Roma acusó a los cristianos de los mismos hechos que, más tarde, éstos utilizaron para señalar pactos con el diablo de las supuestas brujas: sacrificio de niños, reuniones clandestinas, adoración de determinados animales, etc…
8. A lo largo de la historia se ha creído que algunas personas pactaron con el diablo para conseguir su meta. Entre ellos encontramos a Niccolo Paganini, violinista, Guiuseppe Tartini, compositor o el guitarrista Robert Johnson.
9. Otra forma de sellar el pacto consiste simplemente en inscribir tu nombre en el «Libro rojo de satanás».
10. La mayoría de historias y leyendas sobre pactos con el diablo, como su fin es moralizante, acaban mal.
Si te ha interesado este artículo, quizá quieras conocer el caso de las endemoniadas de Loudun.