«Keep calm and carry on», «Keep calm and relaxing cup», «Keep calm and make love», «Keep calm and smile on»… seguro que has leído estas expresiones muchas veces en los muros de tus redes sociales. Como slogans icónicos que son es muy posible incluso que tengas alguna camiseta e incluso tazas de desayuno con dichas frases. Y es que no podemos negarlo, nos encantan. Son enfáticas, nos levantan el ánimo y hasta una sonrisa… pero ¿te has preguntado alguna vez cuál puede ser su origen?
El miedo a que el nazismo llegara a Reino Unido
Exacto, más o menos ya te hemos dado una pista que seguramente intuías. Como expresión inglesa era habitual que proviniese de algún país anglosajón, y qué país con más tradición que Reino Unido. Pues bien, decirte en primer lugar que la expresión original era «Keep calm and carry on» (Mantén la calma y sigue adelante), un slogan que tiene ya algo más de 70 años. Es decir, tiene su origen en la Segunda Guerra Mundial.
Corría el año 1939, y el Ministerio de Información Británico tenía serias dudas de que el país pudiera llegar a quedarse libre de la llegada e invasión de las tropas alemanas. El miedo estaba ahí pero estaba claro que el pueblo no podía rendirse. Y debían hacer algo. Iniciar algún pequeño proyecto para levantar el ánimo e infundir resistencia al pueblo británico en caso de que el nazismo pudiera llegar a extender su temida sombra en el país. ¿Qué podían hacer? ¿Qué tal unos carteles con unas lineas positivas y llenas de fuerza? En efecto, era una buena opción, así que se iniciaron varios proyectos con varios diseños y frases. Debía tener una tipología clara y elegante, ahí donde apareciera como elemento más importante la corona del Rey Jorge VI simbolizando su apoyo.
Estos fueron los tres slogans escogidos:
«Your Courage, Your Cheerfulness, Your Resolution will Bring Us Victory »
«Freedom is in Peril. Defend it with all your might »
«Keep Calm and Carry on»
¿Cuál hubieras elegido tú? Efectivamente, el más claro, corto y enfático. Mantén la calma y sigue adelante. Pero la realidad fue que en un principio eligieron los dos primeros, mientras que el último fue guardado a la espera de que ocurriese algo peor, por si finalmente los alemanes conseguían doblegar la resistencia de los británicos. No fue así y la mayoría de esos carteles fueron destruidos, la guerra terminó y aquellos slogans ya no tenían utilidad alguna.
Se destruyeron todos menos uno. Uno que quedó oculto entre las páginas de un viejo libro, doblado, algo lleno de polvo y con mucha, mucha historia. No fue hasta el año 2000 cuando el librero Stuart Manley, de «Barker Books» en Alnwick (Reino Unido), encontró por casualidad algo que parecía un cartel entre uno montón de libros que había comprado en una subasta. Un viejo cartel de los años 40 con una frase que invitaba al ánimo. ¿Y qué hizo? La enmarcó y lo colgó en su tienda.
Sin saber cómo aquel slogan despertó tanto interés y fascinación por sus clientes que poco a poco aquellas palabras empezaron a dar la vuelta al mundo. Tanto fue así que no tardó en realizarse todo tipo de merchandasing desdibujando el sentido original para el que había sido creado en la IIª Guerra Mundial, para convertirse en todo un fenómeno de masas. Pero eso sí, se le quitaron las palabras finales y se le añadieron todo un juego de variaciones disparatadas, alegres, entrañables y divertidas coletillas, esas que todos conocemos y que diariamente vemos en nuestras redes sociales, dispuestas a animarnos el día.
¿Cuál es tu Keep Calm favorito?