Que nadie se tome esto como un artículo sexista. Tal vez si lo escribiera un hombre le daría otro enfoque, pero que nos confirmen la ciencia algo que las mujeres llevamos toda la vida sospechando, es todo un triunfo. El caso es que la revista British Medical Journal confirmaba recientemente la teoría de la idiotez masculina y que muchas veces hacen cosas muy estúpidas.
Lo curioso es que el estudio ha sido liderado por un adolescente británico de 15 años, llamado Ben Lendrem, hijo de un prestigioso profesional de la medicina, que se ha convertido en el investigador más joven de la historia en publicar en una revista médica.
¿Estaría harto el joven Ben de escuchar una y otra vez el famoso estereotipo de que los chicos son idiotas, e incluso de comprobarlo entre sus congéneres? ¿A qué tipo de chico se plantea comprobar la teoría de la idiotez masculina? El hecho de que un varón, es más, un chico joven, haya sido el promotor de una investigación de este me parece suficiente argumento para no considerarlo una iniciativa sexista.
Los hombres y las mujeres no nos comportamos igual
Ya se habían realizado otras investigaciones respecto al comportamiento de los dos sexos en otros aspectos. En este sentido, se sabe que el comportamiento frente al riesgo no es el mismo en varones que en mujeres. Por ejemplo, se sabe que los hombres son más propensos a ser admitidos en un servicio de urgencias después de lesiones accidentales, más probabilidades de ser admitidos por una lesión deportiva, y más probabilidades de estar involucrados en un accidente de tránsito fatal.
Sin embargo, poco se ha estudiado a fondo sobre el comportamiento idiota y del riesgo que hombres y mujeres tienen que cometer idioteces. Este nuevo estudio ha querido comprobarlo y buscar una explicación a la teoría de la idiotez masculina.
Poniendo a prueba la teoría de la idiotez masculina
Para el estudio, equipo liderado por el joven Lendrem revisó los datos sobre las conductas estúpidas demostradas por ganadores del Premio Darwin durante un período de 20 años (1995 a 2014), teniendo en cuenta el sexo del ganador. Para calificar, los nominados debían haber utilizado métodos asombrosamente estúpidos. En este punto conviene aclarar, por si acaso alguien no lo sabe, que el Premio Darwin es un premio irónico que reconoce las acciones que personas que definitivamente no entran en la teoría de Darwin de que el ser humano mejora genéticamente tras errores y fallos.
En este sentido, los investigadores consideraron estúpidos comportamientos como el de un hombre que robó un carrito de la compra y lo enganchó a un tren para ser arrastrado hasta su casa (que se encontraba a poco más de tres kilómetros), o el de un terrorista que le puso sellos un carta bomba que fue devuelta y, sin darse cuenta, la abrió.
De las 413 nominaciones a los Premios Darwin, 332 fueron verificadas y confirmadas por el Comité de Premios Darwin independiente. De estos, 14 fueron compartidos por los candidatos masculinos y femeninos -generalmente parejas excesivamente aventureros en posiciones comprometedoras – dejando 318 casos válidos para las pruebas estadísticas.
De estos 318 casos, 282 de estos premios fueron otorgados a los hombres, y solo 36 premios fueron otorgados a mujeres. Esto supone que un 88,7% de los ganadores de los Premios Darwin son hombres, y esta diferencia de sexo es estadísticamente muy significativa, según dicen los autores.
Este hallazgo es totalmente coherente con la teoría de la idiotez masculina, y es compatible con la hipótesis de que los hombres son idiotas y tontos, y que por eso hacen cosas estúpidas.
La idiotez masculina parece no tener límites, pero el estudio sí las tiene
A pesar de todo, este estudio tiene limitaciones, agregan los autores. Por ejemplo, las mujeres pueden ser más propensas a nombrar a los hombres para un Premio Darwin, o la diferencia de sexo puede reflejar diferencias en el consumo de alcohol entre hombres y mujeres.
A pesar de esto, es desconcertante que los hombres estén dispuestos a asumir esos riesgos innecesarios, simplemente como un rito de paso iniciación, en la búsqueda de la estima social, o únicamente a cambio del derechos de fanfarronear, dicen los autores.
En cualquier caso, los investigadores creen que la teoría de la idiotez masculina merece mayor investigación.
¿A ti qué te parece?
Si yo fuera hombre, me defendería diciendo que esto demuestra solo que los hombres tienen más probabilidades de ser idiotas, no que lo sean, que es el argumento que las chicas usamos con frecuencia.
Y si como hombre me pillaran en plena estupidez, también me defendería diciendo que es mi naturaleza. Al fin y al cabo, poco se puede hacer contra eso, ¿no?
Imágenes – pressmaster, jackmicro, MackoFlower (BigStockPhoto)