Desde hace ya unos años, la estrategia comercial de las empresas pasa necesariamente por dos vías: la presencia en Internet es capital para una buena política de ventas. A su vez, debe ser compatible y coherente con la estrategia de marketing offline. Hay que tener en cuentas que el comercio online representa un porcentaje cada día mayor en el total de ventas de muchas empresas. De hecho, crece a ritmo sostenido desde hace años. La pandemia del nuevo coronavirus Sars Cov 2 y el confinamiento que hemos sufrido no ha hecho sino aumentar las ventas online, y consolidar su posición en las compras de muchas familias.
Sin embargo, la importancia del negocio online no debe llevar a desdeñar otras estrategias de marketing, entendido como cualquier técnica con la que pretendemos mejorar la comercialización del producto. Hay que conjugar ambos aspectos: mantener y aumentar los clientes que compran en tienda, mientras se posiciona la marca en el dinámico entorno de Internet. La clave es que ambas estrategias sean parte de un todo, de modo que no se produzcan incoherencias. Todo cuenta: desde una buena página web al diseño de packaging, las empresas deben reforzar su imagen de marca en cualquier soporte, cuidando de que las imágenes «física» y «virtual» sean coherentes.
Todo cuenta para reforzar la marca
El branding define la identidad corporativa de una empresa. Se trata de una gestión planificada de comunicación, y cualquier asesor sabe que para construir una imagen de marca, ningún elemento sobre ni puede ir por libre. Es decir, todo debe estar cohesionado para evitar «ruidos» y distorsiones que dificulten la percepción por parte de los consumidores.
Esto no significa que haya que seguir anclado en las fórmulas del pasado. Los catálogos hoy en día ya no tienen por qué seguir la estrategia abiertamente publicitaria de antaño. Hoy en día se pueden combinar con otros soportes con un tono más informativo y cercano, que evite transmitir en un tono puramente publicitario. Hay que tener en cuenta que un catálogo contiene elementos gráficos, visuales y texto, de modo que ofrece una amplia gama de posibilidades para comunicar. Por eso, es recomendable contar con expertos en el diseño de catálogos atractivos y creativos, que despierten la atención de los clientes potenciales.
Lo mismo podemos decir del diseño de packaging. La primera impresión suele generar un efecto perdurable. Por eso, es muy importante cuidar el diseño gráfico de la paquetería, puesto que será lo primero que vean los clientes. Un mal envase o un envoltorio mal cuidado puede dar al traste con toda la imagen de marca. En cambio, un packaging cuidado, con un diseño que despierte la curiosidad del cliente y que muestre que nuestra empresa se preocupa por el detalle, es una vía hacia el éxito. El envoltorio puede estimular los sentidos y generar el deseo de consumir.
Al fin y al cabo, se trata de no olvidar que cualquier canal de comunicación es válido para transmitir nuestro mensaje, que es la marca. Encargar un buen diseño gráfico para nuestros folletos o nuestros envoltorios mejorará reputación y a que los usuarios tengan una buena percepción de tu marca, se interesen por el producto y, finalmente, lo adquieran.