La genética es uno de los campos más de la biología. Además, la aparición de falsos mitos con la genética como protagonista no hace más que hacer aún más difícil su trabajo y su divulgación. Si quieres conocer algunas de las leyendas urbanas sobre genética más famosas no te pierdas este post.
Enrollar la lengua
Si eres el único de tus amigos incapaz de enrollar la lengua, la respuesta no está en tus genes. Hay casos de hermanos gemelos en los que uno podía doblarla y el otro no.
Es más, quizá tus padres pueden hacerlo y tus hijos también podrán. La razón de poder doblar o no la lengua estaría en el medio ambiente y, en algún caso, se puede relacionar con la formación del feto en el vientre materno.
El gen pelirrojo
¿Hay un gen que produce personas pelirrojas? No. La leyenda dice que dos padres pelirrojos tienen un 100% de posibilidades de tener hijos pelirrojos, pero eso es mentira.
Es más, el propio gen que controla el pigmento del cabello rojo tiene muchas variantes, y es fácilmente influenciable por los genes del cabello castaño. Así, dos padres pelirrojos tendrán las mismas opciones de que sus hijos sean pelirrojos que castaños o incluso rubios. Más difícil parece que tengan el pelo negro.
El lóbulo de las orejas
Aquí en realidad podemos desmentir dos mitos: que hay dos tipos de lóbulo (pegado a la oreja y suelto) y que un gen determina qué lóbulo tiene cada persona. Pero la realidad dice que hay una gran variedad de lóbulos sueltos y lóbulos pegados, así que no hay dos categorías únicas -y mucho menos un gen que determine a cual pertenecemos-. Es más, los estudios más recientes son incapaces de decir si dominan los lóbulos sueltos o los pegados a la oreja.
Los dedos de los pies
Mírate los pies. ¿Qué dedo tienes más largo, el gordo o el segundo? Se dice que un gen determina esto, y aunque no se han realizado tantos estudios como para desmitificar otras leyendas sobre la genética, los que hay son contradictorios.
Podría tratarse de una mutación que afecta a varios genes, no a uno solo, aunque los investigadores sospechan que aquí el entorno ambiental también podría ser clave.
Los pulgares
Una de las partes del cuerpo con más mitos genéticos son los pulgares. El primero habla de que la manera de poner el pulgar cuando entrelazamos las manos la determina un solo gen, da igual si es el pulgar izquierdo o el derecho. Sin embargo, hasta los gemelos idénticos pueden entrelazar las manos de forma diferente así que podemos descartar que la razón por la que ponemos el pulgar de una u otra manera sea genética.
Otro de los mitos que afecta al dedo gordo de las manos es como lo ponemos a la hora de levantarlo hacia arriba, por ejemplo haciendo autostop. Haz la prueba con tu pulgar y con los de más gente, y verás que hay quien lo pone recto y a quien se le dobla el pulgar (algo conocido como pulgar de autopista). Se dice que esto se debe a un gen, pero la realidad es que todo depende de la flexibilidad del pulgar de cada uno. Nada de genética.
El color de los ojos
Se dice que un gen recesivo provoca que algunas personas tengan los ojos azules, así que dos padres de ojos azules nunca podrán tener un hijo de ojos oscuros. Pero eso es falso, porque el color de los ojos lo determina la interacción entre varios genes diferentes. El resultado de la combinación de estos genes es el que hace que tengamos los ojos castaños, verdes, azules o un ojo de cada color.